dilluns, 30 d’abril del 2012

Me dicen después de haber leído una de las entradas de hace unos días:

¿Crees que esto lo habrá leído tal?

Respondo:

Me importa un pito.

Bien, es más compleja la cosa. Si fuera chascarrillo, lo que yo escribo por aquí, igual debería replanteármelo todo. No lo es. De hecho, creo que se trata de un trabajo de sublimación del chascarrillo, más bien; de asimilación. De intentar entender las miserias que le pasan a uno proyectándolas a una dimensión más universal. Es más: sé que tengo un mal día cuando pienso que esto va precisamente en dirección contraria. Entonces, si ando bien de reflejos, borro todo lo que he escrito. Si no, la cago.

Así que si tal ha leído esto, me da igual: yo lo he leído veinte veces más y le he visto un sentido mil veces más amplio que la simple posibilidad de que tal se sienta ofendido por lo que acabo de escribir.

Lo óptimo es que el lector haga el mismo trabajo de proyección. Si se queda en el chascarrillo, se ha equivocado de sitio. Le sugiero como lectura el libro de la Sánchez Vicario, por ejemplo: pensará mal, acertará y todos contentos. Si siguen leyendo esto en ese tono tan banal, parafraseando a Cuerda: están leyéndome mal y me lo van a estropear todo.

Jopé, ¿saben que esta es una de las cosas que más me ha costado superar de toda esta historia de escribir? Solo espero que mi señora madre, si llega a leerme, lo entienda en seguida.

diumenge, 29 d’abril del 2012

Epi y Blas. Sunday morning.

-¿Que hora es?
-Las ocho.
-¿Tienes despertador?
-Sí.
-Porque me tengo que despertar, ¿eh?
-Sí.
-¿Lo has puesto?
-Sí.
-¿A qué hora lo has puesto?
-A las diez.
-A las diez está bien. Me tengo que despertar, ¿eh?
-Sí.
-...
-Gemma.
-¿Qué?
-Que ya estamos despiertas.

dissabte, 28 d’abril del 2012

De la observación internacional: Las terceras partes como elemento necesario para saber que no estamos locos, que sabemos lo que (no) queremos.

Después de innumerables desencuentros con una tía que se estaba enrollando con mi ex, empecé a pensar si no andaría yo un poco paranoica con el tema.

Era, ella, una persona hipersociable que hacía por avenirse con todo el grupete (con el de mi ex y el mío) menos conmigo: torcía el morro cada vez que me veía, no me saludaba a no ser que se diera de narices conmigo y solo me dirigía la palabra para decirme, por ejemplo, que el día anterior había quedado con él, en un intento, suponía yo, de marcar territorio, no teniendo yo ni media intención de poner un pie en este.

Era todo tan desproporcionado y ridículo que andaba yo ya pensando que eran imaginaciones mías y planteándome si no me estaría poniendo excesivamente a la defensiva hasta que un día, estando con amigos, entre ellos uno que no sabía del tema, apareció, se tomó una cerveza con nosotros y, cuando se fue, este que no estaba al día del asunto, me preguntó: ¿Tenéis mal rollo, vosotras dos, no? Pensé, vale, no estoy loca. (Y pensé también: buf, qué pe-re-zón, esto yo no lo quiero para nada).

Ahora, el Wall Street Journal, dice esto. Y decirlo es poner en evidencia una injusticia que de tan trillada, opinada y manifestada (de hacer manifestaciones), parecía paranoia ya. Pero no: el Wall Street Journal, que no se juega nada en todo esto, también lo ha visto y está afirmando más que preguntando: Tiene mal rollo esta con vosotros, ¿no?

Así que no estamos locos, así que todo el mundo lo está viendo. Así que a Rajoy (y a España, de rebote) se le acaba de ver el plumero. Y buf, qué pe-re-zón: habrá que quitárselos de encima de alguna manera, digo yo. No sé.

(Precisamente por esto que acabo de explicar, digo que es absolutamente necesario hablar de independentismo en castellano. Y en inglés. Y en lo que se tercie).
Cosas de empresa que no van a ninguna parte.

Servidora hace años trabajaba en un programa de una televisión local: Saló de lectura, ya lo saben. La cadena decidió que el programa se acababa y tuvo el detalle de ofrecerme un puesto en otro programa: Telemonegal. Acepté. Meses después, me llamó el jefe del equipo del programa inicial, para decirme que estaba poniendo en marcha otro proyecto, L'hora del lector, que se haría en otra cadena, TV3, y que me proponía que formara parte del equipo. Acepté.

Entré al despacho de mi jefe directo entonces. Le conté la propuesta que había recibido. Me preguntó qué iba a hacer. Le dije que aceptar. Miró los papeles que tenía encima de la mesa y contestó con tono decepcionado: Bueno, haz lo que quieras. En ese momento, me entraron todas las dudas: Telemonegal era el programa decano de la cadena, yo tenía un contrato indefinido con la productora y la persona que tenía delante, mirando abajo, diciéndome haz lo que quieras, era una de las personas con la silla más asegurada de la televisión local (años después, el Telemonegal aún se emite).

Hice una cosa entonces que me salió del alma: en vez de dar media vuelta, volver a mi ordenador y ponerme a redactar la carta de renuncia, separé la silla de la mesa, me senté y le solté:

Ferran, tú eres una de las personas que más sabe de televisión en esta ciudad. He estado unos meses muy bien trabajando con tu equipo pero me hace una ilusión loca volver a trabajar con el del Saló de lectura. Los libros son mucho más mi tema que la tele, pero no tengo ni idea de cómo funciona TV3. Las condiciones que me ofrecen son esta, esta y esta otra. En realidad no vengo a comunicarte que me voy, vengo a pedirte que me aconsejes qué hacer.

Me miró y me dijo: Vete a TV3. Y sonrió. Y me felicitó.

Le di las gracias y entoces sí, salí, fui a mi ordenador y escribí la carta de renuncia.

Antes de entregarla, llamé al jefe de la productora, como detalle. Pensé que fue él quien me llamó para ofrecerme el trabajo y que por lo tanto, debía llamar yo para decirle que lo dejaba. No me cogió el teléfono. Le volví a llamar tres o cuatro veces. No hubo manera. Al día siguiente volví a intentarlo. Cuando por fin contestó días después, ya había hablado con Ferran. Me dijo que estaba muy decepcionado conmigo, que había puesto la mano en el fuego por mí cuando, decidiendo si ofrecerme el trabajo en Telemonegal o no, Ferran había expresado sus dudas (por lo visto preveía que, a la que el equipo del Saló de lectura volviera a juntarse, si lo hacía, yo me iría y él le había convencido de que no, sin haber hablado conmigo de este tema en absoluto). También me dijo que cuando se acabara la historia de TV3 no contara con volver a trabajar para su productora. Le dije que de acuerdo y que me pasaría al día siguiente a entregar la carta.

La cosa quedó ahí.

Imagínense que este tío, en ese momento, hubiera llamado a un periodista amigo y le hubiera contado la historia desde su punto de vista. Imaginen que el periodista hubiera comprado la historia y hubiera publicado un artículo tachándome de traidora, interesada y trepa total.

Pues eso es lo que está pasando con esto, que en el fondo es una cosa tan sentimentaloide como esta otra. En el fondo, no importa nada: son tejemanejes empresariales que deberían quedarse en eso pero que nos empeñamos a mezclar con sentimientos; que parece que arrojan luz sobre la forma de ser y de trabajar de la gente, cuando en realidad lo único que ofrecen es una visión sesgada del asunto que no va a ninguna parte: Calvo serguirá escribiendo, de momento, para Seix Barral, y en Mondadori, quien tenga que comer ajos por ello, seguirá comiéndolos. A Calvo le quedará colgado el sanbenito de escribir libros como quien hace chorizos cuando le ponen la zanahoria del premio delante de las narices, y él seguirá escribiendo libros como sabe hacerlo: que tiene una pizarrita en la pared, pues con una pizarrita en la pared; que le salen en dos meses, pues en dos meses le salen; que son un primor de libros, pues un primor de libros sean; que son una patata, pues...

Y así. No importa nada, en serio. Nos empeñamos en analizar los métodos según nos lo cuenta una de las partes y no tenemos en cuenta los motivos de la parte principalmente interesada. Figo jugó en el Barça y luego en el Madrid. Y de Guardiola, San Guardiola, que tanto daba por el equipo pero que se negaba a firmar contratos largos, no sé, ya hablaremos de aquí a unos años.

divendres, 27 d’abril del 2012

Está lo que es escribir y está lo que distrae. Y lo que distrae nos lo hemos montado nosotros en torno a lo que es escribir.

De escribir hemos hecho un producto: se llama libro. Del libro, empezamos de repente, técnica mediante, a hacer muchas copias. De la mano de las copias vino la comercialización del producto: había que cubrir los gastos del copiar y más copiar. Y de la comercialización del producto vino el negocio.

Del negocio vino el enriquecimiento de algunos (claro, si no, pa qué?) y del enriquecimiento de algunos vino el querer enriquecerse más: el hacer más y más copias que las que reclamaba la demanda. Del hacer más y más copias que las que reclamaba la demanda, vinieron las campañas publicitarias destinadas a vender la cosa libro, entre ellas, la pavada de campaña publicitaria que es Sant Jordi.

Y entre todo esto ¿dónde ha quedado el escribir?

... Que llevo toda la semana en blanco, vaya.

dijous, 26 d’abril del 2012

dimecres, 25 d’abril del 2012

Hoy, escuchando "El mercado de sonora", me he acordado de aquello que R. me contó sobre cómo Nacho Vegas la escribió porque alguien le dijo que tuviera cuidado si iba allí. Se montó toda la historia, escribió la letra y luego, cuando fue, vio que no había para tanto.



El mismo R. me soltó el otro día: ese vestido que llevas parece que es como de monja cachonda. No me quité el abrigo: hacía frío y, además, también le habría destrozado la canción.
at hundse

(el concepto)

Ayer estuve en la radio hablando de "Quan érem feliços", de Rafel Nadal.

Míriam, de Cabaret Elèctric, me suele llamar un miércoles o un jueves para que vaya el martes siguiente por la noche, y me pregunta qué voy a hacer. Yo le digo qué libro llevaré. Esta semana pasada fue distinto: el lunes antes de la cita, era Sant Jordi: le dije que me esperaría a saber el libro más vendido, que me lo leería esa misma noche y que hablaría de él en el programa.

"Quan érem feliços" fue el segundo más vendido en la calle, el lunes, pero venía ya con seis ediciones, 30.000 ejemplares, publicados, así que ese, dije. Y seguí el proceso que normalmente sigo en cinco o seis días, esta vez en unas horas.

El proceso es: leo el libro mientras voy apuntando cosas. A partir de ese momento, haga lo que haga, tengo el libro y la cita en la radio en la cabeza, en un rincón: voy viendo, escuchando, leyendo otras cosas... Todos estos imputs a veces hacen que el libro salga de su rincón: veo el link y lo apunto. Al final, la última tarde antes del programa, me siento y elaboro más o menos un discurso de unos diez minutos sobre el libro relacionado con todo esto que tengo apuntado. Un ratito antes de salir, busco otras críticas. A veces lo que pienso coincide con lo que dicen, otras veces no. Subiendo con la bici a la radio, pienso en las críticas con las que no coincido e intento entender cómo yo he llegado a conclusiones tan distintas. Esto me suele completar bastante el discurso: o me ofrece algún aspecto del libro que yo había pasado por alto o me reafirma, por contraste, en la opinión que yo me había forjado.

Ayer busqué críticas a "Quan érem feliços". No encontré ninguna. Encontré 60.000 artículos, eso sí, que hablaban del premio que le dieron al libro hace unos meses y del segundo puesto en ventas (primero en Girona) que ocupó el libro en Sant Jordi.

El libro es malo. Es malo, aburrido, condescendiente y buenista. Por eso no hay críticas. Ni buenas ni malas. Cero. O, si las hay, son tan difíciles de encontrar. Hay un premio, eso sí, y niños en la portada y la palabra feliz en el título y una campaña de marketing. Eso es lo que sirve hoy para vender un libro. Un libro que no dice nada, que no hace pensar, que no aporta nada nuevo a la historia. Eso es lo que compramos.

Aquí el audio de la sección de libros del Cabaret elèctric de ayer.

dimarts, 24 d’abril del 2012

Sant Jordi

Una señora comprándose el libro de Max y Max a tres metros de ella. Le susurro: Max, dile algo. Responde: Nonono, ¿qué le voy a decir?
A 50 metros, Moccia sentado en una especie de escritorio de superlujo, rodeado de posters de la portada de su libro, con un segurata a cada lado.

Si es verdad lo que dice Sánchez Piñol, ayer me pequé un hartón que me va a durar unos cuantos inviernos. Y ya irá bien porque, como luego me dijo Diana, "nuestros libros duran".

dissabte, 21 d’abril del 2012

BANZAIIIII!!!!!!!!!!

El lunes seré Citizen K, seré la novia de todos, iré con the flow, me tiraré de cabeza a las fauces del drac y me pincharé con todas las espinas de todas las rosas. Acabo de quedar con Montse Virgili que en cuanto sepa cuál es el libro más vendido de la jornada, lo buscaré, lo compraré, me iré a casa, me lo leeré y al día siguiente, el martes, me plantaré en el Cabaret Elèctric, donde me abrirán el micro para decir: Catalans tots, això és el que heu comprat: explica això, això i això i ho diu així, així i d'aquesta altra manera, decidiu si el voleu llegir o no: vosaltres mateixos.

Rezad por mí y cruzad los dedos porque sea el del abuelo que salta por la ventana y no la biografía de Pedrito. O sí. No sé.

Jo confesso ya me lo leí en su día hasta donde buenamente pude leer antes de que se me cayera de las manos, así que dentro de la tragedia, todo eso que tendría adelantado.
¿Cómo se come esto?

Ayer: Catalunya supera per primera vegada el milió de lectors de llibres en catalàEl consum de llibres ha augmentat un 3% en l'últim any, mentre el nombre de lectors en català s'ha incrementat un 9,5% en els darrers cinc anys

Hoy: estem en una situació bastant bèstia. Les xifres de vendes de llibres en català estan baixant d'una manera tan espectacular que és més que alarmant: és catastròfic.

Solo le encuentro una explicación: estamos ante una campaña hotelero-meteorológica presemanasanta. Va a hacer un sol de la hostia, para que vayas. Y luego llegas y está lloviendo.

Me fío mucho más de Jaume Vallcorba que de la FUNDACC -el primer titular viene de un estudio de esta fundación que (sic.) estudia les audiències dels mitjans de comunicació i els consums culturals en els territoris de parla catalana- igual que me fiaba mucho más de la rodilla de mi abuelo que del señor del telediario con el mapa detrás. Vallcorba diciéndole a Joan Sabaté (director de la FUNDACC) ¿a quién quieres engañar, maldito? el día de Sant Jordi va a llover igual que lleva lloviendo desde hace cinco años.

Aquí alguien miente, distorsiona al menos: o Vallcorba, que no, o Sabaté, que tiene que justificar un estudio por el que vete tú a saber cuánto ha cobrado, o el consumidor cultural català, que cuando le llaman por teléfono y le preguntan (en catalán) si lee (en catalán), responde (en catalán) que sí y que, mmmmm, a Jaume Cabré, que tiene el nombre delante, que lo ve ahora que aparta la taza del café de encima del periódico.

"S'han promocionat escriptors que potser no mereixien tant encimbellament, s'han fet traduccions a corre-cuita...", dice Vallcorba también en la entrevista, y "Això fa temps que es diu", le apunta Ignasi Aragay, el periodista del diario especialista en inflamiento de nombres de precisamente esos escriptors que potser no merixien tant encimbellament. Y venga a jugar, que Catalunya va bé i hem d'estar contentíssims tots.

¡Visc(a)! El lunes nos echamos el paraguas al bolso y ya está: solucionado, que total, al final -cito a Vallcorba otra vez-, un ase i jo veiem les mateixes imatges.

dijous, 19 d’abril del 2012

He cogido 'En época de monstruos y catástrofes' de Camille de Toledo, con la desconfianza con la que siempre cojo los libros que parecen llegar avalados por una especie de envoltorio de modernez e hipsteria (la hipsteria debe de ser algo así como la cruz de todo escritor moderno: nada mejor para ganarse las ventas y nada peor para ganarse el respeto de la literatura más asentada). Lo he cogido de la librería pensando: suerte que lo he encontrado porque si lo llego a tener que pedir, me iba a plantar delante del chico del chaleco sin recordar el título y sin estar demasiado segura del nombre del autor: Toledo sí, pero Camille no: me salía Willy todo el rato, y estaba segura que habría pedido algo así como 'un libro que acaba de sacar Alpha Decay de un francés, Toledo...' y en mi cabeza: Willy, Willy, Willy no, pero tiene una ll, el nombre...' y yo mordiéndome la lengua.

He empezado a leer llena de porqués, oh nos y a qué viene esos (¿por qué tanto inglés? ¿por qué Pari's? ¡Oh no, firma C'To! ¡Oh no, en la primera página ya ha dicho deconstruir! ¿Una tetralogía? ¿A qué viene una tetralogía?).

Luego he llegado a la página que me ha hecho bajar la barrera. Y, joder, a pesar de que, como siempre que esto pasa, ha sido el momento en el que me ha tocado el punto flaco, el que nunca reconocería, he pensado: sí, qué bien.

La página dice esto:

Demasiado orgullosa, conociendo como conocía todos los golpes de la distancia y la desaparición, ella, que había sido el objeto, a lo largo de su adolescencia, de un haz permanente de codicias, no podía aceptar sentirse poseída; quería creer que no hacía sino cumplir con un trabajo y prefería considerarse como una prête-a-todo antes que verse abnegada y fiel a quien, ya entonces, la atormentaba entrando en sus sueños. Si permanecía al lado de LWK era porque él le ofrecía una situación, mientras ahorraba algún dinero. Si sonreía viéndolo aparecer y se alegraba por dentro de que le sonriera de vuelta, prefería considerarlo una estrategia. Boudoir era así, una niña ambiciosa para quien el amor era una renuncia y que, además, encontraba en esa forma de ver las cosa la prueba incuestionable de su madurez.
No amaba a Leopold, y no cabía discusión al respecto.
She didn't like him. ¿Entienden?
¡Se mentía a sí misma, se mentía!

dimecres, 18 d’abril del 2012

... escribiendo hace un momento sobre las nuevas Bellas Durmientes que Gonzalo Torné, Miqui Otero y Gabriela Cabezón han escrito para Sigueleyendo, he apuntado: "por Dios, si para encajar en la sociedad parece que hay que estar dormido precisamente", y justo en ese momento me ha llegado un gran OOOOOAAARARRRRGGGG!!!! del bar de abajo, en el que están dando el partido del Barça, y todo esto que estoy haciendo de encerrarme a escribir, no sé, ha tenido de repente muchísimo sentido.


Amo a Blixa, ¿sabéis? Y cada día... En fin, le echo de menos y... Eh... Tengo en casa un pequeño altar fabricado con tesoros y recuerdos de Bargeld recogidos a lo largo de los años, y cada mañana rezo ante él con la esperanza de que un día volverá.


dilluns, 16 d’abril del 2012

Recapitulons:

La idea era: la Monarquía lleva años comportándose exactamente como históricamente se comportan los miembros de las casas reales: son inmensamente ricos y su papel es básicamente estar ahí, mantenidos y posando en uniforme. Se casan y la gente sale en tromba a agitar banderitas a su paso. Salen en portadas de revistas en bikini en la cubierta de su yate, y se agotan las ediciones de aquella semana. ¿Ahora nos escandalizamos porque el Rey, muy en su papel, ha ido a matar elefantes a todo lujo? Estamos siendo incongruentes: Eso es lo que históricamente hace un Rey.
Hasta hace poco, se lo aplaudíamos igual que aplaudíamos sus viajes a esquiar, sus comitivas nupciales...

Si ahora no nos gusta, fuera, pero él no estaba haciendo nada fuera de su papel. Lo raro, lo que no se debía haber creído nadie, era el rollito este de que el paro juvenil le quitaba el sueño, vamos hombre...


(Miren, por cierto, el dibujico de Jordi. Es muy 'lo que es en realidad y lo que no queríamos ver').

diumenge, 15 d’abril del 2012

La diferencia entre la Casa Real y yo es que para ellos, un mal mes es aquel en el cual, habiendo sido pillado uno de sus miembros en una serie de negocios turbios y teniendo que vérselas con la justicia -con una justicia a escala, tampoco exageremos, pero bueno, el disgustillo está ahí e incordia bastante-, otro de sus miembros se pega un tiro en el pie y otro, el cabeza de familia, se cae a las cinco de la mañana por las escaleras y se rompe la cadera, con el inri añadido de la cosa ilegal e inmoral (el del pie disparado era aún menor para manipular armas y el de la cadera rota estaba cazando elefantes, animales simpaticones y en peligro de extinción, en Bostwana, gastándose la pasta que el país no tiene pero él sí y tirando de una sanidad que al país no le funciona pero a él sí). Un mal mes para mí, en cambio, es aquel en el cual me cortan la luz por equivocación y me veo metida en un lío de cambio de nombres del contrato, también por equivocación, que me cuesta llamadas eternas, con sus consiguientes cabreos, a Endesa; y, encima, se me estropea el calentador del agua y el administrador decide no pagármelo, y yo me veo duchándome con agua fría unas cuantas mañanas seguidas y desembolsando una pasta que me duele pagar una barbaridad.

¿Ven la diferencia? Al final es todo una cuestión de quién es cada uno. Una Casa Real no está formada por ciudadanos de a pie (y menos ahora, con la cadera rota. Chiste fácil). Si a una Casa Real se le rompe la caldera, la Casa Real ni se entera de que un ciudadano de a pie, para el que de verdad supone una turbulencia en tranquilo transcurrir de la vida que se le rompa la caldera, tiene que venir a cambiársela. A una Casa Real le salen las calderas y los ciudadanos de a pie que se las cambian por las orejas: las Casas Reales están montadas así desde sus inmemoriales orígenes y nosotros, aunque hayamos llegado al mundo y nos lo hayamos encontrado así, tenemos parte de responsabilidad por haber aguantado sus privilegios, por haber incluso tragado con que venían directamente de Dios y no se podían tocar.

Así que, sí, hay una parte de culpa en el ciudadano de a pie de que a esta gentuza no se les peguen los polvos del camino y, como mucho, se les peguen los polvos de la sabana por revolcarse en los cuales han pagado miles de euros, cuando se caen cazando un elefante o subiendo del bar a la habitación del hotel después de haber cazado un elefante, en pleno trance de llevarse el trofeo de la trompa (la suya propia) arriba, a la habitación, a dormirla, que mañana será otro día. Así que, que todo el mundo ahora se sorprenda y se indigne porque el Rey, en plena crisis, estuviera dejándose pastones en Bostwana, perdonen pero es de un infantilismo total.

Una sociedad adulta hace años, décadas, siglos que habría acabado ya con una Casa Real, con todas las Casas Reales. Y lo que más jode es que ya veníamos de una sociedad adulta que había acabado con la Casa Real pero tiramos para atrás; tiramos para atrás para tragar, primero, con un dictador, que si bien parece que fue una cosa bastante inevitable, terrible guerra mediante, se alargó en el tiempo lo suficiente como para que el míster muriera en la cama y encima fuera aplicada a rajatabla su última voluntad: que quedara una Casa Real con plenas funciones de Casa Real (cazar elefantes en Bostwana incluida) rulando en el Estado.

Todo el mundo sabe cómo funciona un dictador y cómo funciona una Casa Real. Pensar que una cosa y la otra iban a funcionar de otra manera, sin extravagancias, sin excesos, sin cacerías de elefantes, perdonen pero es muy ingenuo. Es como echarse de novio al bala perdida del pueblo y esperar que no te meta en un lío y no te la dé con queso a la primera de cambio; es como casarte con un maltratador y esperar que a ti no te meta una paliza el primer día que llegue a casa y no le tengas la cena preparada. Es hacer caso omiso de la información que tienes sobre alguien, como ignorar que el escorpión es un escorpión y echártelo a la espalda para ayudarle a cruzar el río.

Miren, hay que saber con quién se trata y decidir a partir de saberlo si se le quiere tener al lado o no. Que todo apunta a que es un imbécil y se opta por seguir en tratos con él como si no lo fuera, prepárense para la decepción, pero el error es suyo por decidir tragar.

La Casa Real es nuestro error. Aguantarla tanto tiempo ha sido nuestro error sobre nuestro error inicial que fue aguantar tanto tiempo a un dictador. Ahora simplemente hay que ver si la seguimos aguantando o si ya tenemos suficiente información (que mira que nos ha costado darnos cuenta, ¿eh?) para mandarla a tomar por el culo.

dissabte, 14 d’abril del 2012

El Rey de cacería en Bostwana, Pilar Rahola peleándose con Maruja Torres y Chuck Palahniuk sucumbiendo a su condición de escritor de editorial, firmando libros por Sant Jordi en la paradeta de la Central. ¿Se dan cuenta de lo en su papel que está todo el mundo, en lo poco que se sale del guión ni siquiera quien parecía que podía hacerlo (¿tú también, Chuck?), en lo miserable y aburrido que acaba siendo todo?

¿Ven la mierdecita de mundo que hemos creado?
Koldo y yo llevamos toda la mañana así:






dilluns, 9 d’abril del 2012


Günter Grass muestra con su poema no solo haber llegado a una muy lúcida asimilación de la realidad sino también haber conseguido dar un paso tremendo hacia la madurez histórica. Otro pelo nos luciría por estos lares si alguno de nuestros intelectuales lograra hablar en sus términos de nuestros lastres históricos particulares. Alguno de nuestros intelectuales, digo, porque es trabajo este de los intelectuales en primera instancia.

Una vez ha sido capaz Günter Grass de hacer esto, para rebatir lo que dice o echarle algo en cara, hay que hacer como mínimísimo un par de cosas: Dejar de lado filias y fobias personales primero; y, segundo, mirarse un poquito la historia reciente, no la Israel, que ya nos la sabemos, sino la de Irán también, para tener el cuadro completo.

Lo digo por esto que leí el viernes, y por esto otro que acabo de leer.

dijous, 5 d’abril del 2012

'En esta casa, o lo hago yo todo o nadie hace nada'.

En este comentario taaaaan de madre agachándose a recoger los zapatos que el niño ha dejado tirados en medio de la alfombra del salón mientras, con la otra mano, sigue barriendo, hay dos mensajes: hay botella medio llena y hay botella medio vacía:

Uno (botella medio llena): Soy imprescindible en esta casa.
Dos (botella medio vacía, literalmente, a base de lingotazos a escondidas que se ha pegado la propia madre de la escoba): Vivo con una panda de huevones y estoy más sola que la una.

Pues Dos es un poco lo que pasa por la cabeza de una (lo que debería pasar por la cabeza de cualquiera) cuando un día, por la tarde, se encuentra con esto en las noticias: El conseller d'Interior, Felip Puig, considera que hi ha una 'connivència intel·lectual', o simpatia, amb els violents en casos de manifestacions com les del 29-M. Puig s'ha referit a polítics, intel·lectuals, acadèmics, periodistes i professionals altres que miren d'aixoplugar els violents i promouen 'un debat intel·lectual i polític' que posa en dubte la policia. Y al día siguiente, por la mañana, abre los periódicos y ve que los artículos de opinión hablan de todo menos de esto, precisamente, que es de lo que deberían estar hablando todo el rato periodistas, intelectuales, políticos y demás por alusiones.

¿Estamos idiotas o qué?

Me parece de lo más normal que si a mí me da por cruzar un coche en la calle Calderería, venga el guardia de la porra, me diga que deje de hacer eso, me lo vuelva a decir y, si sigo en mis trece y además le amenazo, me suelte un porrazo. Me parece hasta lógico que si a mí y a mis quinientos mejores amigos nos da por cruzar un trailer en la Diagonal, vengan treinta mossos y, ante la evidente desventaja en el cuerpo a cuerpo, peguen un par de pelotazos al aire o al suelo para dispersarnos. Es la policía, la fuerza de la autoridad; la autoridad mantiene el orden, la autoridad garantiza la circulación fluida por Calderería y por la Diagonal, están haciendo su trabajo, de acuerdo.

Pero ¿cuál es el trabajo de intelectuales, periodistas y demás gente con palestra? ¿no es promover 'un debat intel·lectual i polític', precisamente? ¿Y no es precisamente de eso de lo que les está acusando Felip Puig?

Felip Puig les está acusando de hacer su trabajo cuando ellos están acusando a la policía, a él mismo, de excederse en su trabajo. Es muy distinto y muy parecido a la vez porque en realidad, en el fondo, se están acusando mutuamente de lo mismo, lo que pasa es que el listón que tiene Felip Puig en la cabeza de hasta dónde puede llegar la libertad de un columnista está muy bajo, bajísimo, y la anchura de la manga de los columnistas para con el poder se ha ido dando de sí a base de años y años de bailarle el agua en este charquito ahora, en este otro después a ese poder, hasta que de repente, ay, el poder saca los lanzapelotas y en el charco cae un poquito de sangre y eso pone un poco los pelos de punta y hace que algún columnista que, hasta ahora, por la calma aparente de las circunstancias, escribía la columnita y ponía la mano para cobrar del mismo poder, alce un poco la voz contra la pluma firmante del cheque y la pluma firmante del cheque, respaldada por la autoridad que le confiere el tener a la policía ya en la calle, diga ¿cómo? ¿voy a tener que pegarte a ti también, Bruto?

Ayer comentando todo esto en el Facebook, Stefanie, una amiga que creció en Brasil durante la dictadura militar, se quedaba con este comentario de Felip Puig: "el sistema de seguretat actual no és prou dissuasori i no fa por", que le hacía pensar en el miedo que daba la policía de su infancia, la policía de la dictadura. Yo no me extrañaba de que le hicera pensar en eso la cosa, y le respondía que era muy de principios de dictadura esto de empezar a criminalizar a periodistas e intelectuales. Totalment, contestaba ella.

¿Entienden lo sola que me siento esta mañana? ¿Entienden lo a punto que estoy de tirar la escoba y echar mano al whisky?

dimecres, 4 d’abril del 2012

Se acerca el día en que Felip Puig saldrá por la tele diciendo:



Bonjour je suis la reine d’Angleterre et je vous chie à la raie
Bonjour je suis la reine d’Angleterre et je vous chie à la raie
Je vous chie à la raie car le monde est ainsi fait
Bonjour je suis la reine d’Angleterre et je vous chie à la raie
Hello I am the queen of Kingdom and I am shitting on your face
Hello I am the queen of Kingdom and I am shitting on your face
I am shitting on your face because the world is perfect
Hello I am the queen of Kingdom and I am shitting on your face
Bonjour je suis la reine d’Angleterre et je vous chie à la raie

Un periodista responderá: 'Por favor, eso es una porquería'.
Un intelectual dirá: 'Todo el mundo sabe que para cagar están los váteres'.

Y a los dos se les aplicará la ley antiterrorista.

dimarts, 3 d’abril del 2012

Goita!
Que acabo de descubrir que de mi casa a Francesc Macià, que es un sitio que siempre había tenido por tan de terriblemente complejo acceso, ¡hay una línea recta perfecta de carril bici!

No hay como planear, o sea mirar el plano, o sea mirar la ciudad desde arriba y desde lejos, para ver lo fáciles que son y lo cerca que están algunas cosas que parecían tan difíciles y tan lejanas.

Gracias, Bicing.




dilluns, 2 d’abril del 2012

Últimamente, por contraste, lo que pasa entre carta y carta de Victor Schlimmelmann es un poco más mundano y normal.

Estimado Helmut,

Hoy ha sido un domingo de los de verdad.

Me he levantado a las ocho, he desayunado té con tostadas, he pasado la aspiradora y he podido estudiar hasta la hora de comer. Fuera soplaba el viento, huraño, mordiendo los tejados y agitando los racimos de las glicinas, que ya empiezan a cobrar color.

Por la tarde he ido a ver una exposición, varias decenas de fotografías de Elliott Erwitt. Hacía tiempo que no ponía los pies en la Giudecca, figúrese usted, aparentemente tan lejana, y que a la hora de la verdad se halla trágicamente cerca. He visto mucho blanco y negro, del que me gusta a mí, porque ya sabe usted que el color siempre me ha parecido cosa de débiles.

Había la imagen de un domador, fíjese. Sostenía un látigo, o una fusta, no lo recuerdo bien, y tenía la cara más triste que pueda tener un domador de circo. A su alrededor un círculo de caballos daba vueltas como si quisiera fundirse en una niebla en la que todo era vago y preciso al mismo tiempo. He hablado de la niebla con C, que me ha explicado que allá en su tierra es común que los bancos más espesos aparezcan precisamente cuando el manzano florece, engullendo el ramaje abigarrado de pétalos y futuros frutos.

Entrada la noche, mientras cocinaba la cena, he encontrado un mensaje de Isabel. Decía que "Jaumet ha subido a comer a casa con un disco de Satie que se ha comprado esta mañana en Sant Antoni. Lo ha puesto mientras comíamos y, claro, me he acordado de ti. Luego ha dicho que tenía en casa masa de croquetas congelada y, como seguía sonando Satie, yo le he contestado que esa música era perfecta para prepararlas. Al final hemos concluído que cocinar al ritmo de cualquier pieza de Satie era, sin duda, cocinar con mucho más amor del habitual. Fin".
Ha escrito “fin” así, con la efe mayúscula y un punto al final.

Un gato, me hubiera gustado decirle, aquí hay un gato. Se llama Barbablù, ronronea más que respira y siempre sabe cómo abrir las puertas. Sin llamar, claro está, ser gato o cultivar la nonchalance es casi la misma cosa.

Reciba un abrazo,
Victor

diumenge, 1 d’abril del 2012

La mente humana es tan puta que, cuando hablas desde la tirria o desde el amor más absolutos (cosa que suele venir a ser lo mismo en cuanto a capacidad de retorcimiento de la razón), es capaz de colarte las mayores tonterías como verdades de lógica aplastante.

Que Armand Querol diga ahora que la información meteorológica de TV3 debe cubrir todo el territorio del Estado Español porque en el caso de que tuviera que coger un coche para ir a Toledo, le gustaría saber si llueve en Toledo, tiene la misma lógica que si dijera que la información meteorológica de TV3 tiene que cubir ahora todo el territorio de España, Italia, Francia, Marruecos, Túnez, Alemania, Suiza, Escocia, Noruega, Finlandia, Rusia, Croacia, Chipre, Grecia (¿sigo?); países todos a los que se llega en avión en menos de las cinco horas que, aproximadamente, cuesta ir de Barcelona a Toledo en coche.

Así que, si realmente este señor se cree lo que dice (si le bastan esos motivos) o es que está absolutamente enamorado de una cosa o que le tiene rabia absoluta a otra o las dos cosas a la vez. Si no, no me explico la lógica de sus argumentos, que creo que simplemente caen en el nivel de 'manipulemos de manera subliminal la mente del televidente cuando menos se lo espere'; categoría en la que se incluiría la tontuela, en apariencia, a la par que compleja idea de 'metamos a navarra con Castilla y León y La Rioja o, como mucho, con Aragón y Cataluña, pero nunca, nunca, en el mismo bloque que Euskadi, en el mapa del tiempo de TVE', práctica esta última que lleva haciéndose desde los tiempos de Mariano Medina.

(Una pausa aquí para que superen el hecho de que se acuerdan de Mariano Medina, luego de que tienen una edad considerable).

Es este de Querol, en cualquier caso, un argumento pronunciado desde el amor o desde la rabia pero para nada desde la profesionalidad que debería acreditar una persona a la que se le permite meter mano en algo tan de alcance general como es un canal de televisión pública. Es, para que nos entendamos, un argumento al nivel del 'te dejo porque fumas', espetado a los bastantes meses de estar saliendo (yo fumando durante todos estos meses) y años después de conocernos (yo fumando durante todos esos años) (anécdota verídica, esta), pronunciado, sin duda, desde una necesidad de justificar de una manera racional una decisión tomada en realidad por motivos que tenían más que ver con el corazón que con la salud o el cerebro; y para nada tomada, desde luego, desde el amor que se le presupone tener que profesar a un novio.

Total, que ya ven en manos de quién estamos y ya ven la que se nos viene encima.

(Señores de TV3: Pongan a Gila, oigan, total, el mapa será el mismo pero por lo menos nos echaremos unas risas).

Ay, mira: ahora resulta que lo habíamos entendido mal: vivimos en un marcoincomparable de oportunidades que no habíamos tenido desde... desdeeee... ¡ah! Desde el Franquismo: aquel momento histórico tan ideal para que nuestros intelectuales empezaran a viajar; a México, a Suiza, a Francia... Imagínense la gran perspectiva que ganó su obra. Aprendieron idiomas; entraron en contacto con otras culturas; conocieron a lo más granadito de la literatura, de la pintura... de todo tipo de arte internacional; adquirieron una visión increíblemente clarificadora y mucho más contrastada de qué estaba pasando, una visión mucho más global y realista del momento histórico; dejaron carretadas de cartas que ahora se publican en correspondencias increíblemente reveladoras sobre la situación del momento; generaron un material que ahora se recicla en exposiciones, libros, ciclos de conferencias que caben en una maleta...

Claro, hombre: no se puede ir en plan negativo por la vida. ¿Fuga de cerebros? ¿Qué fuga de cerebros? Cerebros de Erasmus, mejor. Mucho mejor. ¿Huir de qué? ¡Sublimen, hombre, sublimen! Que ustedes son listos y tienen los billetes tirados de precio con Ryanair y lo único que necesitan es una maleta que no supere las dimensiones reglamentarias para llevarla como equipaje de mano; miren todo lo que hizo Dovlatov, otro que creció también en un marco privilegiado para catapultar su carrera, con una de esas maletas. Que tuvo la oportunidad de ir a Nueva York, Dovlatov. ¡A Nueva York! ¿Quién no quiere ir a Nueva York?

Qué burros. Tenemos todas las oportunidades del mundo ahí, super a mano, y solo le vemos la parte negativa al asunto.

(Vean aquí, en cambio, a gente -Xavier Puigmartí, Ona Planas, Ingrid Guardiola, Sebastià Jovani...- que sí hace algo y no se autoengaña ni se empeña en animar al conformismo maquillando la realidad de la forma más tontita).