Aquí ando, comiéndome un bocadillito, que es como uno le llama a lo que se come a media mañana para que no parezca tan comer a deshora, y bebiéndome un quintillo , ídem para que no parezca tan beber; decidiendo que me da positivo el recuento de las cosas y las personas del último año siempre que truque la suma de lo que no y apunte que todo, al final, va más allá y ha servido para algo en la vida. En la mía, al menos.
Qué cosa esta de balanzar que, al final, siempre acabamos balanceando.