dissabte, 30 de març del 2013

L'après-midi mónguer que m'ha agafat llegint això:


Felicitats, Fornets!

dimecres, 27 de març del 2013

El mapadeltiempogate que, tras años y años haciendo chup-chup acaba de explotar en nuestros mismos morros, ha puesto mi casa perdida como sólo la llegan a poner perdida esos ocasionales breaking news que parece que hablan de una cosa concreta más o menos tremenda, cuando en realidad están hablando de cosas muchísimo más bestias todavía; de esos que, más que dejarte informado, te dejan con la sensación de, a partir de ese momento, no saber qué más puede pasar.

Este asunto de la suspensión de la emisión de ETB en Navarra, no significa sólo que unos cuantos vayan a quedarse sin el fútbol, la pelota y las motos del Kirolez kirol. Ha y un problema: es el motivo de esta suspensión; un motivo que supone la salida definitiva del armario de la inocuidad de esa cosa que es tan de casa como el café de la sobremesa: la información meteorológica de los telediarios. Nos estaban manipulando también por ahí. O, al menos, jugaban a que lo hacían.

Politizar un mapa no tiene mucho misterio, de hecho, vienen ya politizados de la tienda cuando no son físicos; así que, no siendo el problema el mapa, sí vendría a serlo la intención de quien lo utiliza.

En el caso del mapa del tiempo de la tele, la cosa es más grave aún: si ese mapa se politiza, es porque la información -incluso la que nos habla de si tenemos que coger el paraguas o no- está politizada también. No es nuevo esto último, de hecho, estoy convencida, en algún despacho de ETB (y de TVE y de TV3 y de...), desde hace tiempo, se están tomando decisiones de diseño gráfico e infografía desde la mismísima perspectiva política dominante de turno. Lo que sí que es nuevo es que hemos llegado al punto en el que alguien (el Gobierno de Navarra, en este caso) no tiene ningún reparo en gritarlo a los cuatro vientos: ¡Os estamos manipulando con el mapa del tiempo también!, cuando hasta ahora, por mucho que dejaran a Valencia sin señal, por mucho que se empeñaran en que los repetidores de Baleares no tuvieran nada que repetir, nadie había hablado de los motivos tan abiertamente.

Yo cada vez lo tengo más claro: esto es una guerra y, si no, se le empieza a parecer mucho; y más ahora, con mapas de por medio, con tanta gente moviendo fronteras de aquí para allá, a golpe de rotulador.
Me está saliendo de golpe toda la demagogia con esto de la PAH siendo medioETA o no. Demagogia de la de, estando ayer con dos amigos hablando del tema, pasarme por la cabeza la idea de un tipo imaginario, hijo de asesinado, a punto de ser desahuciado, y advertirles "esto que voy a decir es muy demagógico", para acabar diciéndolo igual y, mientras lo suelto, notar así como un sabor entre naftalina, incienso de botafumeiro y almidón de planchar el cuello de la camisa de diputado: todo un cuadro de sensaciones auditivo-olfativas asqueroso, vaya, les ofrecí yo ayer a estos dos. Pero es que me da mucha rabia todo esto. Rabia de la que confunde, de la de volverse loco y querer arramblar con todo; de la de querer coger a esta señora, por llamarle algo, y gritarle "pero tú qué te has creído, imbécil", que aún andáis por la vida llenándoseos la boca, ETA, ETA, ETA, como si fuera vuestra; como si fuera tan fácil esto de los buenos y los malos; como si pudiérais seguir tratándonos como a críos a los que les presentáis el mundo como un sitio en el que las cosas se dividen en dos: caca y rico, según se puedan o no meter en la boca, siendo además sólo vosotros quienes deciden qué se puede y qué no se puede meter en la boca.

Eres caca, tía. Eso es lo que eres. Deberías estar encerradita en tu casa, oyendo cómo llaman a tu puerta al toque de "abra, policía", ya verás lo etarra que te volvías en un momento.

dilluns, 25 de març del 2013

Siempre que empieza la primavera, me entran unas ganas tremendas de escuchar los rollos tan fantásticos que mete este señor. Y las canciones que canta también, claro.


dijous, 21 de març del 2013

Bars de noms dorsians. 
Obrint en 3, 2, 1... dilluns!

 

(c. Guitert, 19, cantonada Sant Carles).
Ens hi veiem.

Oriol Pujol es la escritora mala a quien no llaman para el recopilatorio de cuentos; el inmigrante que entra en una tienda y le acusan de robar. Oriol Pujol coje un micro y dice "me he quedado fuera del libro; me han tachado de criminal", hace una pausa y dice bien alto: "soy mujer; soy inmigrante" y también, por lo bajinis: "soy inocente", pero no enseña ni un cuento bueno suyo ni se vacía los bolsillos para demostrar que no lleva nada encima que no haya pagado.

Oriol Pujol ha decidido convertir su -presunto- delito en causa; ha decidido recurrir al "no me esperéis, dejadme hundirme solo; vosotros, salvaros", dicho con la boca pequeña cuando, desde el principio, quien se estaba hundiendo era sólo él.

Diciendo que no iba a decir "complot", Oriol Pujol ha dicho "complot" bien alto y se ha quedado tan ancho. Nos ha enmerdado a todos, mientras limpia su conciencia con un patético "me duele más a mí". Y también es por nosotros, seguramente, por quienes va a decir que se queda a dar la cara desde su escaño. ¿Que lo ha dicho ya? Ay, mira. Ya ves; tenemos un primer mártir del proceso. Habrá que hacerlo santo súbito o así.

dilluns, 18 de març del 2013

No hay que ser un aguililla para ver que hay una etapa que debería de estar ya superada; que defender la cadena es defender el dedo que señala, ignorando qué señala; que hasta la Pasola ha sabido ir un paso más allá, pasando el cepillo ya que nos tenía a todos en fila. Quedarse en lo simbólico ya empieza a ser pose, ya empieza a querer decir que o no interesa ir más allá o, más bien, que no se es capaz, que era todo un amago tranquilizador de conciencias: Es como llenar el Nou Camp para hacer la foto, pero luego no jugar el partido; como no dar un palo al agua pero irse a dormir tranquilo pensando en cuántos somos y lo gordo que sería que lo diéramos.

Lo digo por esto.

  Y también por esto, claro. Demagogia incluida.

diumenge, 17 de març del 2013

Ayer, alguien señalándonos dijo: "La mesa de los modernos".
Yo, más que moderna, me sentía (a veces me pasa) un poco abollada.


divendres, 15 de març del 2013

Ayer, viendo "Mapa" (gracias, tía, otra vez por el Filmin. Qué regalazo), pensaba en esta cosa que nos ha dado a muchos por hacer cine, por hacer libros, en primera persona, abriéndonos así la cabeza y dejando derramarse todo lo que pensamos de qué quiere decir esto y qué quiere decir lo otro que nos ha ido pasando, y por qué la vida es así y asá, y por qué ha pasado A y no B, y qué hay que hacer para que ahora no pase C. Pensaba en si no estaremos sacando a la luz cosas que antes sólo pasaban en casa, para adentro, cosas que sólo explicábamos a algún amigo paciente si nos dejaba hablar el tiempo suficiente y si tenía la santidad de irnos diciendo que sí, que sí, que sí, que está muy bien que te desahogues, a ver si así te das cuenta de que estás desbarrando y, a base de desbarrar, te desaparece aunque sea por cansancio toda esta porquería que llevas semanas pensando en loop.

Pensaba si, sacando todo esto a la luz, no nos acabaríamos dando cuenta que somos tan tontos, tan inútiles sentimentales, que lo único que podemos hacer para sobrevivir con una cierta dignidad es manipular las cosas para que encajen en nuestra vida de manera que (a) valgan la pena aunque sean una puñetera mierda o (b) acaben teniendo sentido dentro del conformismo más absoluto, a base de pensar que no seríamos nosotros si no hubieran pasado.

'Mapa' es un romance sentimentale contado en primera persona, un episodio de Black Mirror mochilero, en billete de tercera y por carretera comarcal. Véanla: al principio parece que va a dar mucha vergüenza ajena, el momentazo llega cuando te das cuenta de que lo que da es vergüenza propia y de nadie más.


dimecres, 13 de març del 2013

Ayer, mientras jugaba el Barça, en mi casa, via Filmin, via Fraçoise Ozon, un profesor de secundaria francés se agarraba a la incipiente literatura de uno de sus alumnos como quien se agarra a la única tabla flotante capaz de darle sentido a su naufragio particular, y al de todos, de paso; con la idea equivocada -mira que su mujer se lo decía bien clarito, que no era eso- de que la tabla, el libro, podía salvar a la gente de pasar fines de semana jugando a basket, de pasar domingos sin hacer nada, de pasar vidas sin tener hijos, sin tener padres o teniéndolos inútiles. Con la idea equivocada de que la vida que hay que vivir, cambiar y reredactar, es la de los otros.

Luego se me acabó la peli, los futboleros salieron del bar de abajo, cantaron lo de siempre, gritaron lo de siempre y yo me quedé dormida.


dissabte, 9 de març del 2013

Mírense esta entrevista.


Tengan la paciencia de adaptarse al ritmo del habla de Espriu; si lo consiguen, se notarán ansiosos por saber cómo acaba cada frase, si va a soltar una broma, si va hacer un apunte sorprendente, o si simplemente va a dar un dato, una fecha, un nombre sin mayor transcendencia. A partir de cierto momento, no podrán parar de mirarle a las manos; a la derecha, en concreto. En otro punto de la presentación, serán testigos de una defensa del catalán tan sutil como aplastante, a partir de una sola palabra: encallar. También escucharán cómo explica que a veces, por una cuestión motora, le cuesta decir Barcelona, le cuesta decir Espriu.

Ahora piensen que a Cultura también le ha costado decir Espriu: entre 1.000.000 y 1.500.000 euros, concretamente, está pagando Cultura por decir Espriu durante solo un año, a una media de tres actitos por semana, mal repartidos, poco originales, absolutamente intranscendentes. Piensen que Bru de Sala ha cobrado en un año, por decir Espriu, lo que a un mileurista -y somos legión- le cuesta ganar, si todo va bien, una década. Piensen que Soler Serrano, por mucho menos y en pesetas, dijo Espriu durante una hora y cuarto que, si tienen la paciencia de seguir hasta el final, les dará la oportunidad de conocer a Espriu mucho mejor que si asistieran a todos los actos que dicen Espriu durante este 2013. Y piensen en qué haría Maria Bohigas, Quim Torra o cualquiera de aquellos editores que sí saben lo que se hacen cuando se ponen a recuperar escritores, si dispusieran de la mitad de este presupuesto durante también sólo un año.

Bueno, ahora, si han pensado todo esto, ya saben qué está haciendo Mascarell, qué está haciendo Bru de Sala: lo mal que están diciendo Espriu en éste, el año que corre.

divendres, 8 de març del 2013

Pues yo, será que he tenido suerte pero, hasta la fecha, no me he sentido marginada por mi cosa mujer ni en el trabajo ni en lo de escribir ni a la hora de alquilar un piso ni al sacarme el carnet de conducir; igual es que tampoco he querido jugar al fútbol ni entrar en la sociedad gastronómica de mi padre ni pilotar coches de fórmula uno ni tener un hijo y seguir queriendo llegar a todo ni ser cura ni dejarme barba.

Cuando sí que me he sentido discriminada ha sido en las relaciones de tú a tú. Me he encontrado con tipos que han preferido poner a otra persona de por medio antes que ser sinceros conmigo; que me han tachado de exagerada cuando les he dicho que tenía mucho trabajo; que han intentado impresionarme invitándome a todo y me han dicho que con ellos al lado, no tendría que preocuparme más por el dinero; que se han sorprendido cuando han visto que no me enfadaba por cosas por las que ellos daban por sentado que me enfadaría y que luego, por no enfadarme, han desconfiado y me han acusado de hacerles chantaje emocional.

Así que en mi caso, la discriminación por sexo que he podido experimentar se parece bastante a la discriminación que el idiota gasta ante algo que se sale del cliché que tiene en la cabeza. El problema es el cliché, claro, ¿cómo ha llegado hasta ahí?

Pero bueno, ya les digo: será que he tenido suerte.

dimarts, 5 de març del 2013

Yo, saben qué haría para acabar con problemas como éste? Repasar el diccionario, hacer una lista de palabras históricamente malditas y prohibirles todo posible sentido figurado; que quieran decir sólo una cosa y que sea sólo la cosa terrible a la que históricamente están asociadas. Por ejemplo: que no se pueda decir me he peleado con el vecino, porque una vez, en una pelea, alguien sacó una navaja y se cargó al otro en la puerta de aquella discoteca. Que no se le pueda decir 'no pasa nada, ha sido un accidente' a un niño que se acaba de mear en la cama, porque ahí están todos los datos de todos los accidentes mortales de todas las operaciones salida y entrada por las carreteras del país. Que aquella atracción del parque no pueda llamarse 'terremoto', porque todo el mundo recuerda aquél tan bestia de California. Que los chavales ya no vayan de campamento al lado de aquel refugio de montaña, por aquellas imágenes de los campamentos de refugiados que todos vimos en el telediario. Que nadie se le escape impunemente un 'me estoy muriendo de hambre' caprichoso, si no es que necesita de verdad una inmediata intervención del ACNUR. Que nadie desembarque del crucero, si no es que le están esperando de verdad batallones armados dispuestos a masacrarlo.

Que Adorno se quedó corto, vaya. Que no es que no haya literatura, es que no nos van a quedar ni palabras.

dilluns, 4 de març del 2013

Diari d'en Casasses amb la Kika al fons.



(No tindrà cor qui, tot llegint-lo, no pateixi per l'Univers endins perdut, des de la primera pàgina.)

divendres, 1 de març del 2013

Post publicitario colgado desde el más absoluto arrobamiento lector:

Mark Twain, hace casi un siglo:
... en todas las épocas los pueblos de Europa han sido diligentemente entrenados para evitar que mediten sobre las imposturas de la monarquía y la nobleza, entrenados para reverenciarlas; y a resultas de ello, reverenciar se ha convertido en ellos en una segunda naturaleza. Para despertar a los pueblos es suficiente con inyectar un poco de la cualidad contraria en sus embotadas cabezotas. Durante siglos, cualquier expresión de la llamada irreverencia ha sido considerada pecado y crimen. El fraude y estafa de todo esto quedan bien patentes en cuanto se piensa que nadie más que uno mismo está legítimamente cualificado para juzgar lo que merece reverencia y lo que no.

Es de "El pretendiente americano", rescatado por Navona.
En breve, de nuevo en todas las librerías.