Estaba yo esta tarde, mientras pasaba la cabalgata por delante de la puerta de la tienda, pensando que mi hermano, Manoli, Antonio y yo somos a los Reyes Magos lo que a Joan Barril son sus negros.
Me ha despistado de este silogismo, que me tenía embobada, Manoli pidiéndole a una clienta el nombre al que le debía reservar unas camisas, haciéndole decir otra vez el nombre que ella le repetía porque no la entendía y sacando por fin la libreta para apuntar el nombre porque si no se le iba a olvidar.
El nombre era Àlex Corretja y la clienta era Martina Klein.
Imagínense la escena: una lluvia de caramelos cayendo de manera intermitente por el hueco de la puerta al interior de la tienda, la música típica (?!) de las cabalgatas de los últimos años, o sea, la batucada, a todo trapo y Martina Klein gritando Àlex Corretja, ÀLEX CORRETJA, À-LEX-CO-RRE-TJA!!, todo a la vez.
La vida es maravillosa.
Luego, he hecho el helicóptero:
2012 Colibrí Macson IS-1, dotado con dos rotores -uno sobre la cabina y el otro en la cola- de una sola pala, tipo percha.
(Si no eres lo que trabajas, estás perdido, que dijo el diablo).
(Foto: Antonio Dorado)