divendres, 10 d’agost del 2012

Lluvia de ideas (qué nombre más feo: suena a entre práctica sexual y concurso de niños prodigio. Es verdad, llámale BRAINSTORM!!!)

THE MNAC RENAMING BRAINSTORM
(rebranding, mejor)

¡¡¡THE MNAC REBRANDING BRAINSTORM!!!

-Màrius Serra propone que pase a llamarse MANC, por lo del caballero de la mano en el pecho.
-Ese tenía mano.
-Ah, pues por el Manco de Lepanto.
-Ese era escritor, además, tiene que decir Barcelona en algún sitio.
-Pues Màrius Serra, fuera del comité.

Querer cambiarle el nombre a un museo porque es feo y si le pones un nombre bonito crees que vendrá más gente es muy de ponerse a gritar ¡mandahuevos! Es muy de tener un nivel de cerebro similar al nivel de cerebro del tío (vale, tía) que dice que Miguel Bosé, a sus sesenta o cincuentaymuchos, no sé, ha hecho un concierto y estaba muy guapo. Quiero decir, tanto el director del MNAC como la periodista que ha escrito el artículo sobre el concierto de Bosé se ponen en la cabeza de sus visitantes, uno, y de sus lectores, la otra, y ven que lo que a la gente le gusta es lo bonito de oír, leer y ver de buenas a primeras, sin profundizar demasiado en el asunto, pero NO lo bonito, de calidad, que pueda encontrarse dentro de un museo o de repertorio en un concierto, qué va, lo bonito superficial y punto: el nombre y la facha.

Piensan que la gente tiene conversaciones del tipo:
-¿Tocaba Miguel Bosé?
-Sí.
-¿Y qué tal para la edad que tiene?
-Guapísimo.
-Pues en la foto sale feo.
-Es que gana en persona.
-Ah, qué bien, iré a verle la próxima vez.

O que las tendrán del tipo:
-¿Vamos a ver el MACBA o vamos a ver este nuevo BCN OLD TIMES ARTS (BOTA) que hay en Montjuïc?
-Al BOTA, sin duda, que lleva la B de Barcelona.
-Pero el MACBA también la lleva; es más: no solo lleva la B sino que también lleva la A.
-Ya, pero no me negarás que BOTA es nombre de facilísima mnemotécnica a aplicar en caso de necesidad en comparación a ese noséquéBA que dices...

Lo malo es que igual tienen razón...
¡Es igual! No hay que dársela. Hay que resistirse, protestar, porque no protestando por esto, no viéndole la absurdidad al asunto, nos convertiríamos en cómplices del proceso de simplificación mental del mundo, que está muy avanzado, en serio, que ya ha llegado a las altas esferas museísticas y a las bajas redacciones de los diarios.

¿Es para preocuparse o no?
Ya verán cuándo empiecen con el renaming de las catedrales igual que ya han empezado con otras cosas de toda la vida. El bar Pepe de debajo de mi casa, ahora se llama Tandoori Nights y el mes de agosto en Barcelona, Ola de Calor Sahariana. No les digo más. Allá ustedes.