La prueba de que los escritores e intelectuales de este país (los que intentan vendernos los medios como tales, al menos) no son conscientes de sus responsabilidades ni se toman en serio a ellos mismos como constructores de nada que no sea su segunda residencia, es que aún no he oído a ninguno de ellos responder a la pregunta 'Y cuando Catalunya sea independiente, tú, qué?', con un mínimo de nostalgia, con un mínimo de consciencia de que parte de su trabajo, de su misión, termina ahí. Con éxito, sí, pero termina.
¿Que cuando Catalunya sea independiente tú serás más feliz? ¿En qué coño estabas trabajando hasta ahora? ¿En un manual de autoayuda?