Ayer nos pasamos dos horas y pico en la librería hablando de "Els nois", de Toni Sala.
Yo le decía a Eugènia Broggi, la editora, que la intención de estas sesiones que nos hemos inventado y que se llaman "Lectures de..." era hablar de libros actuales como se habla de los libros clásicos; basta ya de presentaciones publi-reportajes de tres cuartos de hora, con editor y autor cantando las maravillas de eso que ellos mismos acaban de hacer.
Se empezó hablando de "Els nois", ayer, y se acabó hablando de épica, de escuelas y de si no estaremos dejando pasar a otro Vinyoli; se hablaba de "Els nois", ayer, y se acababa hablando de arte plástico, de futuros posibles del autor y de presentes también probables de la literatura. Se acababa buscando la línea que unía a todo el elenco de autores de L'Avenç para intentar ver también todo lo que quedaba fuera de aquella línea. Y se discutía sobre si Sala encajaba o no ahí.
Se hablaba también de putas abstractas, de accidentes de carretera en el Empordà, de la crítica que se hace ahora, con nombres y sin nombres. Y había entre los participantes alguien de bibliotecas, una librera de comarcas, algún escritor, alguna editora, algún periodista. Y cuando salimos de allá, se nos cruzó alguien del teatro. Y seguimos hablando con él de la crítica de los libros y de la crítica de la cosa escénica.
Y esta de aquí se fue a dormir pensando que por fin se estaba hablando de las cosas en serio -intercesión del librero mediante (gracias, Cutillas), cuando la cosa amenazó con encallarse en el jijijí-. Y todo a partir de un libro; de "Els nois", de Toni Sala. Eso son los libros que vendemos: cosas que dan pie a todo aquello de lo que se habló ayer en la Llibreria Calders.
La semana que viene repetimos experimento con "Ànima", de Wajdi Mouawad.
Vendrá la traductora, vendrá gente que ha hablado de él en los medios y vendrá el editor.
Será el viernes, 11, a las nueve de la noche. Y si todo va como ayer, yo volveré a salir de allá convencida de que las historias importantes de un libro, de un escritor, no son tanto las que cuenta sino aquellas a las que apunta; aquellas que, de no haberlo leído, no se ven.
Cosas como las de ayer son las que yo quería que pasaran, las que están pasando, ahora mismo en la Calders.