dimarts, 15 de juny del 2010

Un día murió la mujer de un amigo de Zizek. Zizek y sus amigos se sorprendieron cuando poco después, hablando con el viudo, vieron que la recordaba sin asomo de emoción, muy tranquilamente. Dice que pensaron que era un tío demasiado frío. Hasta que se dieron cuenta de que, siempre que hablaba de su mujer, tenía en la mano un hámster que había sido el animal favorito de ella.
... Y hasta que, un año después, el hámster murió y él intentó suicidarse. Dos veces.

Zizek hoy ha hablado del Comunismo como marco político en el que podrían gestionarse mucho mejor de lo que se gestionan ahora asuntos como el ecologismo o los derechos de autor. Ha dado unos cuantos motivos por los que él pensaba que recuperar el Comunismo podría ser una buena opción. Mientras hablaba del tema con gran pasión, yo he pensado que ese hombre podría ser capaz de estudiar a fondo, crearse una teoría y hablar durante horas sobre cualquier cosa, incluso sobre cualquier cosa y sobre su contrario, con la misma inteligencia y con una convicción indiscutibles. De hecho, vive de eso.

He estado a punto de levantar la mano y decir: "Zizek, una pregunta de sí o no (risas): esta idea del Comunismo como una opción de futuro, ¿no será ahora mismo tu hámster particular?" No lo he hecho porque he pensado que era una pregunta demasiado dura; mira qué le pasó al amigo de Zizek cuando murió su hámster.

He vuelto a casa preguntándome si el trabajo por hacer avanzar los conceptos un paso más allá en la historia del pensamiento, no será el hámster de todo filósofo. Si sí, no es un mal plan: puede ser una tarea más longeva que cualquier otro bicho y que cualquier otra persona siempre que el filósofo también lo sea, claro, porque los filósofos, como los hámsters, las ideas y las personas, también acaban muriendo.




(Yo, que recuerde y que sea consciente de ello, tengo ahora mismo tres hámsters. Además, me he blindado: son cosas. Dos son nuevas y están en activo, la otra funciona como recuerdo de una historia que ya superé; la guardo porque estoy muy orgullosa de no necesitar ya a ese hámster.)