Una sabe que la cosa está funcionando cuando lee la última entrada del Sostres, piensa vaya gilipollas y, ese día, no llega tarde a trabajar por quedarse en casa escribiendo una entrada en el blog explicando cómo y cuánto de gilipollas es Sostres por pensar eso que piensa.
Creo que estoy consiguiendo dejar de creerme Juana de Arco.
(Martí, no te pongo link trampa hoy. Profilaxis).