Pasa esto:
El periodista Jordi Bianciotto (por favor, ignoren su foto -un rodolí!-) escribe este artículo que es una especie de pataleta así muy de catalanito emprenyat, porque, a ver, todo el mundo sabe que que un festival se celebre en un sitio o en otro, lo mismo da, que da lo mismo; que el fin de semana pasado el Rock in RIO era en LISBOA y bien que podías pasarte el fin de semana allá encerrado sin poner un pie en la ciudad (¿Lisboa o Río? Qué más da). Pero bueno, el caso es que Bianciotto tiene derecho a decir lo que le parezca y esto que ha dicho no es ninguna mentira.
Y el caso es también que desde el departamento de prensa del festival primero le insultan y después le retiran la acreditación. Y después hacen como que se la van a devolver a cambio de que no publique nada de esto que ha pasado. Y después se la vuelven a retirar. (actualización a las 22.20: ahora se la han vuelto a devolver). Y esto tampoco es ninguna mentira.
Lo que venía a decir ayer Bianciotto es que el PS, por ir de cosmopolita, olvida lo local. El PS, pasándose por el forro a Dalí, por ejemplo, le responde que es un aldeano. Y yo, leyendo todo esto, me pongo a pensar en todo el mundo que conozco que estaría muy de acuerdo con Bianciotto y lo estaría defendiendo a muerte en redes sociales varias si no estuvieran ahora mismo, en el Forum, cerveza en mano, pulsera en muñeca, pateando la distancia entre uno y otro escenario, quejándose un poquito de la organización, como todos los años, pero también, como todos los años, sin perder esa sonrisa bobalicona que produce ver a unos The Cure cincuentones a doscientos metros de los escupitajos que puedan escapársele a Robert Smith.
Gente que se deja las cuerdas vocales pidiendo la independencia a gritos en una manifestación que en realidad era solo para pedir el Estatut, igual que se las deja también a gritos en un festival que ni siquiera quiere oír de Catalunya y que, si lo hace, te retira la acreditación.
Es el opio. Funciona en cualquier ambiente. Anula cualquier intención.
Deberíamos boicotear el festival.
Eso sí que sería un campanazo.
Eso sí que no pasará.