Déjenme hacerles un off topic como una casa (y ya saben qué topic es el topic del que hago el off) y decirles que ayer el Carrete de Málaga bailó en el CCCB como sólo él baila (o a lo mejor hay más, pero yo sé poco de estos temas): que empieza con los pies y parece que no va a parar nunca, tanto lo parece que tiene que indicar con las manos cuándo ha acabado, así con un gesto de chimpón un poco exagerado que hace que la audiencia despegue los ojos de sus zapatos, cierre la boca y se ponga a aplaudir.
Y no sólo eso: el Carrete de Málaga también habló ayer en el CCCB, y hablando le pasó como bailando, que de tanta a nuestra disposición que se puso, él habría seguido contando de Morente y de Carreta ad infinitum si Lluís Cabrera no le hubiera hecho un chimpón desde la mesa de sonido, al grito de "¡Carrete, los tarantos, que nos van a dar las diez!" Y Carrete calló, apartó la silla, recogió la toalla y el agua y se metió a fondo con los tarantos. Señorialmente.
Carrete quiere ir a bailar a América, a Nueva York, en concreto, pero Paco no encuentra manera fácil de llevarlo, dice que ahí ya se encuentran con cosa diplomática y complicaciones que no existirían si en vez de un embajador tuvieran a un... Cabrera, por ejemplo. Pero no lo hay, que los Cabrera del mundo no se dedican a las recepciones y los pasillos largos, que están por aquí trayéndose a artistas al Raval y llevándoselos a comer al Casa Leopoldo.
Yo creo que Nueva York necesita conocer a Carrete, que se quedaron con Fred Astaire y de ahí no pasaron los pobrecicos y ahora creen, ingenuos, que la cosa se acabó con el Singing in the Rain y después no ha habido más, un Michael Jackson a todo estirar, quien por cierto, Carrete lo dice, también baila bien, el muchacho.
Carrete en Nueva York sería feliz: las tapas y el jamón ya los tienen, que se los llevó para allá José Andrés y mira cómo han triunfado... Ahora lo que haría falta sería encontrar un José Andrés del baile, más que de la cocina. Un José Andrés de la cultura.
-¿¡¿Qué cultura?!?
-Perdona, Carrete, de la vida.
(Por si no lo conocen aún, este Smooth Criminal es Carrete:
Gana al natural, claro: se mete a la gente en el bolsillo y los guitarras que le acompañan, a veces, tienen que parar de tocar porque no pueden seguirle; ayer, mientras hablaba, el pobrecico que le había tocado se soplaba los dedos con cara de dolor.
Esta noche, a las 22h., vuelve a actuar en el CCCB. Yo llevo todo el día con las butterflies en el estómago).