En un bar, con Susana. Suena el teléfono. Me pongo de pie, hablo, cuelgo, me siento y mientras le doy un trago a la cerveza, Susana me pregunta: ¿Era tal? Sí. Te has puesto de pie para hablar con él, observa y le pega un trago a su caña.
(Las amigas y su naturalidad calándolo todo).