dijous, 6 de gener del 2011

Nailing it again.

Teníamos un plan con Héctor y Jaume: hacer un blog que se llamara "Mientras juega el Barça" en el que explicaríamos qué estábamos haciendo nosotros tres mientras, eso, jugaba el Barça.

Lo recordé hace semanas, que Susana estaba por casa y cogió un libro a la voz de "Y éste ¿qué tal?" No recuerdo qué libro era, sí recuerdo que le dije "bien, llévatelo", ella lo hojeó y entre las páginas encontró una servilleta con un símbolo dibujado. "Hay un papel con un símbolo aquí, ¿no será importante?", me dijo. El símbolo era éste:



Recordé en aquel momento lo del blog, porque aquél era el libro que llevaba en el bolso el día que me dibujaron el 'símbolo' que me enseñaba Susana, en una servilleta de papel, en un bar, en el Gòtic. Aquel día, Héctor, Jaume y yo hablábamos de Einstürzende Neubauten. También estaban Anna y un amigo suyo mexicano. Jo no tenía el gusto de haber conocido a Blixa y compañía aún. El amigo mexicano resultaba ser un superfan, él y Héctor me explicaban toda la historia de la banda y Jaume hacía ruiditos con todos los cacharritos que había en la mesa intentando reproducir a escala bar todo el sonido post-industrial alemán.

Ah, se me olvidaba decirlo: mientras en nuestra mesa pasaba todo eso, jugaba el Barça y el resto de la parroquia miraba embobada la tele. Y viendo esto, se nos ocurrió lo del blog.

Ésta podría haber sido una entrada de aquel blog. Lo que pasa es que los partidos del Barça son demasiado cortos y con el tiempo he comprobado que lo que a mis amigos y a mí nos pasa en hora y media no cabe realmente en hora y media: desborda por todos los lados.
A ver si me explico.
Aquí tendría que empezar a poner vídeos, meter a toda la Einstürzende, a todo el sonido alemán de aquella época en una entradita de unas treinta líneas. Tendría que poner además todos los saltos de vídeo en vídeo que después fuimos dando y que nos llevaron a Meret Becker y de Meret Becker al cabaret, por ejemplo; y todas explicaciones sobre la 'cosa' alemana que Héctor debió de soltar en ese rato; y toda la poesía, ahora no recuerdo bien pero seguro que hubo poesía, porque siempre que está Anna, hay mucha poesía...

Ya ven que resultó un poco imposible al final llevar a cabo el proyecto de blog "Mientras juega el Barça"; que nos habría sido mucho más sencillo escribir un diario explicando simplemente que el Barça había metido cuatro goles y nosotros nos habíamos tomado ocho cervezas y quedarnos tan anchos.

Lo que pasa es que nosotros, la mayoría del tiempo, no somos de hacer las cosas tan fáciles.