Recapitulons:
La idea era: la Monarquía lleva años comportándose exactamente como históricamente se comportan los miembros de las casas reales: son inmensamente ricos y su papel es básicamente estar ahí, mantenidos y posando en uniforme. Se casan y la gente sale en tromba a agitar banderitas a su paso. Salen en portadas de revistas en bikini en la cubierta de su yate, y se agotan las ediciones de aquella semana. ¿Ahora nos escandalizamos porque el Rey, muy en su papel, ha ido a matar elefantes a todo lujo? Estamos siendo incongruentes: Eso es lo que históricamente hace un Rey.
Hasta hace poco, se lo aplaudíamos igual que aplaudíamos sus viajes a esquiar, sus comitivas nupciales...
Si ahora no nos gusta, fuera, pero él no estaba haciendo nada fuera de su papel. Lo raro, lo que no se debía haber creído nadie, era el rollito este de que el paro juvenil le quitaba el sueño, vamos hombre...
(Miren, por cierto, el dibujico de Jordi. Es muy 'lo que es en realidad y lo que no queríamos ver').
dilluns, 16 d’abril del 2012
diumenge, 15 d’abril del 2012
La diferencia entre la Casa Real y yo es que para ellos, un mal mes es aquel en el cual, habiendo sido pillado uno de sus miembros en una serie de negocios turbios y teniendo que vérselas con la justicia -con una justicia a escala, tampoco exageremos, pero bueno, el disgustillo está ahí e incordia bastante-, otro de sus miembros se pega un tiro en el pie y otro, el cabeza de familia, se cae a las cinco de la mañana por las escaleras y se rompe la cadera, con el inri añadido de la cosa ilegal e inmoral (el del pie disparado era aún menor para manipular armas y el de la cadera rota estaba cazando elefantes, animales simpaticones y en peligro de extinción, en Bostwana, gastándose la pasta que el país no tiene pero él sí y tirando de una sanidad que al país no le funciona pero a él sí). Un mal mes para mí, en cambio, es aquel en el cual me cortan la luz por equivocación y me veo metida en un lío de cambio de nombres del contrato, también por equivocación, que me cuesta llamadas eternas, con sus consiguientes cabreos, a Endesa; y, encima, se me estropea el calentador del agua y el administrador decide no pagármelo, y yo me veo duchándome con agua fría unas cuantas mañanas seguidas y desembolsando una pasta que me duele pagar una barbaridad.
¿Ven la diferencia? Al final es todo una cuestión de quién es cada uno. Una Casa Real no está formada por ciudadanos de a pie (y menos ahora, con la cadera rota. Chiste fácil). Si a una Casa Real se le rompe la caldera, la Casa Real ni se entera de que un ciudadano de a pie, para el que de verdad supone una turbulencia en tranquilo transcurrir de la vida que se le rompa la caldera, tiene que venir a cambiársela. A una Casa Real le salen las calderas y los ciudadanos de a pie que se las cambian por las orejas: las Casas Reales están montadas así desde sus inmemoriales orígenes y nosotros, aunque hayamos llegado al mundo y nos lo hayamos encontrado así, tenemos parte de responsabilidad por haber aguantado sus privilegios, por haber incluso tragado con que venían directamente de Dios y no se podían tocar.
Así que, sí, hay una parte de culpa en el ciudadano de a pie de que a esta gentuza no se les peguen los polvos del camino y, como mucho, se les peguen los polvos de la sabana por revolcarse en los cuales han pagado miles de euros, cuando se caen cazando un elefante o subiendo del bar a la habitación del hotel después de haber cazado un elefante, en pleno trance de llevarse el trofeo de la trompa (la suya propia) arriba, a la habitación, a dormirla, que mañana será otro día. Así que, que todo el mundo ahora se sorprenda y se indigne porque el Rey, en plena crisis, estuviera dejándose pastones en Bostwana, perdonen pero es de un infantilismo total.
Una sociedad adulta hace años, décadas, siglos que habría acabado ya con una Casa Real, con todas las Casas Reales. Y lo que más jode es que ya veníamos de una sociedad adulta que había acabado con la Casa Real pero tiramos para atrás; tiramos para atrás para tragar, primero, con un dictador, que si bien parece que fue una cosa bastante inevitable, terrible guerra mediante, se alargó en el tiempo lo suficiente como para que el míster muriera en la cama y encima fuera aplicada a rajatabla su última voluntad: que quedara una Casa Real con plenas funciones de Casa Real (cazar elefantes en Bostwana incluida) rulando en el Estado.
Todo el mundo sabe cómo funciona un dictador y cómo funciona una Casa Real. Pensar que una cosa y la otra iban a funcionar de otra manera, sin extravagancias, sin excesos, sin cacerías de elefantes, perdonen pero es muy ingenuo. Es como echarse de novio al bala perdida del pueblo y esperar que no te meta en un lío y no te la dé con queso a la primera de cambio; es como casarte con un maltratador y esperar que a ti no te meta una paliza el primer día que llegue a casa y no le tengas la cena preparada. Es hacer caso omiso de la información que tienes sobre alguien, como ignorar que el escorpión es un escorpión y echártelo a la espalda para ayudarle a cruzar el río.
Miren, hay que saber con quién se trata y decidir a partir de saberlo si se le quiere tener al lado o no. Que todo apunta a que es un imbécil y se opta por seguir en tratos con él como si no lo fuera, prepárense para la decepción, pero el error es suyo por decidir tragar.
La Casa Real es nuestro error. Aguantarla tanto tiempo ha sido nuestro error sobre nuestro error inicial que fue aguantar tanto tiempo a un dictador. Ahora simplemente hay que ver si la seguimos aguantando o si ya tenemos suficiente información (que mira que nos ha costado darnos cuenta, ¿eh?) para mandarla a tomar por el culo.
¿Ven la diferencia? Al final es todo una cuestión de quién es cada uno. Una Casa Real no está formada por ciudadanos de a pie (y menos ahora, con la cadera rota. Chiste fácil). Si a una Casa Real se le rompe la caldera, la Casa Real ni se entera de que un ciudadano de a pie, para el que de verdad supone una turbulencia en tranquilo transcurrir de la vida que se le rompa la caldera, tiene que venir a cambiársela. A una Casa Real le salen las calderas y los ciudadanos de a pie que se las cambian por las orejas: las Casas Reales están montadas así desde sus inmemoriales orígenes y nosotros, aunque hayamos llegado al mundo y nos lo hayamos encontrado así, tenemos parte de responsabilidad por haber aguantado sus privilegios, por haber incluso tragado con que venían directamente de Dios y no se podían tocar.
Así que, sí, hay una parte de culpa en el ciudadano de a pie de que a esta gentuza no se les peguen los polvos del camino y, como mucho, se les peguen los polvos de la sabana por revolcarse en los cuales han pagado miles de euros, cuando se caen cazando un elefante o subiendo del bar a la habitación del hotel después de haber cazado un elefante, en pleno trance de llevarse el trofeo de la trompa (la suya propia) arriba, a la habitación, a dormirla, que mañana será otro día. Así que, que todo el mundo ahora se sorprenda y se indigne porque el Rey, en plena crisis, estuviera dejándose pastones en Bostwana, perdonen pero es de un infantilismo total.
Una sociedad adulta hace años, décadas, siglos que habría acabado ya con una Casa Real, con todas las Casas Reales. Y lo que más jode es que ya veníamos de una sociedad adulta que había acabado con la Casa Real pero tiramos para atrás; tiramos para atrás para tragar, primero, con un dictador, que si bien parece que fue una cosa bastante inevitable, terrible guerra mediante, se alargó en el tiempo lo suficiente como para que el míster muriera en la cama y encima fuera aplicada a rajatabla su última voluntad: que quedara una Casa Real con plenas funciones de Casa Real (cazar elefantes en Bostwana incluida) rulando en el Estado.
Todo el mundo sabe cómo funciona un dictador y cómo funciona una Casa Real. Pensar que una cosa y la otra iban a funcionar de otra manera, sin extravagancias, sin excesos, sin cacerías de elefantes, perdonen pero es muy ingenuo. Es como echarse de novio al bala perdida del pueblo y esperar que no te meta en un lío y no te la dé con queso a la primera de cambio; es como casarte con un maltratador y esperar que a ti no te meta una paliza el primer día que llegue a casa y no le tengas la cena preparada. Es hacer caso omiso de la información que tienes sobre alguien, como ignorar que el escorpión es un escorpión y echártelo a la espalda para ayudarle a cruzar el río.
Miren, hay que saber con quién se trata y decidir a partir de saberlo si se le quiere tener al lado o no. Que todo apunta a que es un imbécil y se opta por seguir en tratos con él como si no lo fuera, prepárense para la decepción, pero el error es suyo por decidir tragar.
La Casa Real es nuestro error. Aguantarla tanto tiempo ha sido nuestro error sobre nuestro error inicial que fue aguantar tanto tiempo a un dictador. Ahora simplemente hay que ver si la seguimos aguantando o si ya tenemos suficiente información (que mira que nos ha costado darnos cuenta, ¿eh?) para mandarla a tomar por el culo.
dissabte, 14 d’abril del 2012
El Rey de cacería en Bostwana, Pilar Rahola peleándose con Maruja Torres y Chuck Palahniuk sucumbiendo a su condición de escritor de editorial, firmando libros por Sant Jordi en la paradeta de la Central. ¿Se dan cuenta de lo en su papel que está todo el mundo, en lo poco que se sale del guión ni siquiera quien parecía que podía hacerlo (¿tú también, Chuck?), en lo miserable y aburrido que acaba siendo todo?
¿Ven la mierdecita de mundo que hemos creado?
Koldo y yo llevamos toda la mañana así:
¿Ven la mierdecita de mundo que hemos creado?
Koldo y yo llevamos toda la mañana así:
dilluns, 9 d’abril del 2012
Günter Grass muestra con su poema no solo haber llegado a una muy lúcida asimilación de la realidad sino también haber conseguido dar un paso tremendo hacia la madurez histórica. Otro pelo nos luciría por estos lares si alguno de nuestros intelectuales lograra hablar en sus términos de nuestros lastres históricos particulares. Alguno de nuestros intelectuales, digo, porque es trabajo este de los intelectuales en primera instancia.
Una vez ha sido capaz Günter Grass de hacer esto, para rebatir lo que dice o echarle algo en cara, hay que hacer como mínimísimo un par de cosas: Dejar de lado filias y fobias personales primero; y, segundo, mirarse un poquito la historia reciente, no la Israel, que ya nos la sabemos, sino la de Irán también, para tener el cuadro completo.
Lo digo por esto que leí el viernes, y por esto otro que acabo de leer.
diumenge, 8 d’abril del 2012
dijous, 5 d’abril del 2012
'En esta casa, o lo hago yo todo o nadie hace nada'.
En este comentario taaaaan de madre agachándose a recoger los zapatos que el niño ha dejado tirados en medio de la alfombra del salón mientras, con la otra mano, sigue barriendo, hay dos mensajes: hay botella medio llena y hay botella medio vacía:
Uno (botella medio llena): Soy imprescindible en esta casa.
Dos (botella medio vacía, literalmente, a base de lingotazos a escondidas que se ha pegado la propia madre de la escoba): Vivo con una panda de huevones y estoy más sola que la una.
Pues Dos es un poco lo que pasa por la cabeza de una (lo que debería pasar por la cabeza de cualquiera) cuando un día, por la tarde, se encuentra con esto en las noticias: El conseller d'Interior, Felip Puig, considera que hi ha una 'connivència intel·lectual', o simpatia, amb els violents en casos de manifestacions com les del 29-M. Puig s'ha referit a polítics, intel·lectuals, acadèmics, periodistes i professionals altres que miren d'aixoplugar els violents i promouen 'un debat intel·lectual i polític' que posa en dubte la policia. Y al día siguiente, por la mañana, abre los periódicos y ve que los artículos de opinión hablan de todo menos de esto, precisamente, que es de lo que deberían estar hablando todo el rato periodistas, intelectuales, políticos y demás por alusiones.
¿Estamos idiotas o qué?
Me parece de lo más normal que si a mí me da por cruzar un coche en la calle Calderería, venga el guardia de la porra, me diga que deje de hacer eso, me lo vuelva a decir y, si sigo en mis trece y además le amenazo, me suelte un porrazo. Me parece hasta lógico que si a mí y a mis quinientos mejores amigos nos da por cruzar un trailer en la Diagonal, vengan treinta mossos y, ante la evidente desventaja en el cuerpo a cuerpo, peguen un par de pelotazos al aire o al suelo para dispersarnos. Es la policía, la fuerza de la autoridad; la autoridad mantiene el orden, la autoridad garantiza la circulación fluida por Calderería y por la Diagonal, están haciendo su trabajo, de acuerdo.
Pero ¿cuál es el trabajo de intelectuales, periodistas y demás gente con palestra? ¿no es promover 'un debat intel·lectual i polític', precisamente? ¿Y no es precisamente de eso de lo que les está acusando Felip Puig?
Felip Puig les está acusando de hacer su trabajo cuando ellos están acusando a la policía, a él mismo, de excederse en su trabajo. Es muy distinto y muy parecido a la vez porque en realidad, en el fondo, se están acusando mutuamente de lo mismo, lo que pasa es que el listón que tiene Felip Puig en la cabeza de hasta dónde puede llegar la libertad de un columnista está muy bajo, bajísimo, y la anchura de la manga de los columnistas para con el poder se ha ido dando de sí a base de años y años de bailarle el agua en este charquito ahora, en este otro después a ese poder, hasta que de repente, ay, el poder saca los lanzapelotas y en el charco cae un poquito de sangre y eso pone un poco los pelos de punta y hace que algún columnista que, hasta ahora, por la calma aparente de las circunstancias, escribía la columnita y ponía la mano para cobrar del mismo poder, alce un poco la voz contra la pluma firmante del cheque y la pluma firmante del cheque, respaldada por la autoridad que le confiere el tener a la policía ya en la calle, diga ¿cómo? ¿voy a tener que pegarte a ti también, Bruto?
Ayer comentando todo esto en el Facebook, Stefanie, una amiga que creció en Brasil durante la dictadura militar, se quedaba con este comentario de Felip Puig: "el sistema de seguretat actual no és prou dissuasori i no fa por", que le hacía pensar en el miedo que daba la policía de su infancia, la policía de la dictadura. Yo no me extrañaba de que le hicera pensar en eso la cosa, y le respondía que era muy de principios de dictadura esto de empezar a criminalizar a periodistas e intelectuales. Totalment, contestaba ella.
¿Entienden lo sola que me siento esta mañana? ¿Entienden lo a punto que estoy de tirar la escoba y echar mano al whisky?
En este comentario taaaaan de madre agachándose a recoger los zapatos que el niño ha dejado tirados en medio de la alfombra del salón mientras, con la otra mano, sigue barriendo, hay dos mensajes: hay botella medio llena y hay botella medio vacía:
Uno (botella medio llena): Soy imprescindible en esta casa.
Dos (botella medio vacía, literalmente, a base de lingotazos a escondidas que se ha pegado la propia madre de la escoba): Vivo con una panda de huevones y estoy más sola que la una.
Pues Dos es un poco lo que pasa por la cabeza de una (lo que debería pasar por la cabeza de cualquiera) cuando un día, por la tarde, se encuentra con esto en las noticias: El conseller d'Interior, Felip Puig, considera que hi ha una 'connivència intel·lectual', o simpatia, amb els violents en casos de manifestacions com les del 29-M. Puig s'ha referit a polítics, intel·lectuals, acadèmics, periodistes i professionals altres que miren d'aixoplugar els violents i promouen 'un debat intel·lectual i polític' que posa en dubte la policia. Y al día siguiente, por la mañana, abre los periódicos y ve que los artículos de opinión hablan de todo menos de esto, precisamente, que es de lo que deberían estar hablando todo el rato periodistas, intelectuales, políticos y demás por alusiones.
¿Estamos idiotas o qué?
Me parece de lo más normal que si a mí me da por cruzar un coche en la calle Calderería, venga el guardia de la porra, me diga que deje de hacer eso, me lo vuelva a decir y, si sigo en mis trece y además le amenazo, me suelte un porrazo. Me parece hasta lógico que si a mí y a mis quinientos mejores amigos nos da por cruzar un trailer en la Diagonal, vengan treinta mossos y, ante la evidente desventaja en el cuerpo a cuerpo, peguen un par de pelotazos al aire o al suelo para dispersarnos. Es la policía, la fuerza de la autoridad; la autoridad mantiene el orden, la autoridad garantiza la circulación fluida por Calderería y por la Diagonal, están haciendo su trabajo, de acuerdo.
Pero ¿cuál es el trabajo de intelectuales, periodistas y demás gente con palestra? ¿no es promover 'un debat intel·lectual i polític', precisamente? ¿Y no es precisamente de eso de lo que les está acusando Felip Puig?
Felip Puig les está acusando de hacer su trabajo cuando ellos están acusando a la policía, a él mismo, de excederse en su trabajo. Es muy distinto y muy parecido a la vez porque en realidad, en el fondo, se están acusando mutuamente de lo mismo, lo que pasa es que el listón que tiene Felip Puig en la cabeza de hasta dónde puede llegar la libertad de un columnista está muy bajo, bajísimo, y la anchura de la manga de los columnistas para con el poder se ha ido dando de sí a base de años y años de bailarle el agua en este charquito ahora, en este otro después a ese poder, hasta que de repente, ay, el poder saca los lanzapelotas y en el charco cae un poquito de sangre y eso pone un poco los pelos de punta y hace que algún columnista que, hasta ahora, por la calma aparente de las circunstancias, escribía la columnita y ponía la mano para cobrar del mismo poder, alce un poco la voz contra la pluma firmante del cheque y la pluma firmante del cheque, respaldada por la autoridad que le confiere el tener a la policía ya en la calle, diga ¿cómo? ¿voy a tener que pegarte a ti también, Bruto?
Ayer comentando todo esto en el Facebook, Stefanie, una amiga que creció en Brasil durante la dictadura militar, se quedaba con este comentario de Felip Puig: "el sistema de seguretat actual no és prou dissuasori i no fa por", que le hacía pensar en el miedo que daba la policía de su infancia, la policía de la dictadura. Yo no me extrañaba de que le hicera pensar en eso la cosa, y le respondía que era muy de principios de dictadura esto de empezar a criminalizar a periodistas e intelectuales. Totalment, contestaba ella.
¿Entienden lo sola que me siento esta mañana? ¿Entienden lo a punto que estoy de tirar la escoba y echar mano al whisky?
dimecres, 4 d’abril del 2012
Se acerca el día en que Felip Puig saldrá por la tele diciendo:
Bonjour je suis la reine d’Angleterre et je vous chie à la raie
Bonjour je suis la reine d’Angleterre et je vous chie à la raie
Je vous chie à la raie car le monde est ainsi fait
Bonjour je suis la reine d’Angleterre et je vous chie à la raie
Hello I am the queen of Kingdom and I am shitting on your face
Hello I am the queen of Kingdom and I am shitting on your face
I am shitting on your face because the world is perfect
Hello I am the queen of Kingdom and I am shitting on your face
Bonjour je suis la reine d’Angleterre et je vous chie à la raie
Un periodista responderá: 'Por favor, eso es una porquería'.
Un intelectual dirá: 'Todo el mundo sabe que para cagar están los váteres'.
Y a los dos se les aplicará la ley antiterrorista.
Bonjour je suis la reine d’Angleterre et je vous chie à la raie
Bonjour je suis la reine d’Angleterre et je vous chie à la raie
Je vous chie à la raie car le monde est ainsi fait
Bonjour je suis la reine d’Angleterre et je vous chie à la raie
Hello I am the queen of Kingdom and I am shitting on your face
Hello I am the queen of Kingdom and I am shitting on your face
I am shitting on your face because the world is perfect
Hello I am the queen of Kingdom and I am shitting on your face
Bonjour je suis la reine d’Angleterre et je vous chie à la raie
Un periodista responderá: 'Por favor, eso es una porquería'.
Un intelectual dirá: 'Todo el mundo sabe que para cagar están los váteres'.
Y a los dos se les aplicará la ley antiterrorista.
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