dimecres, 30 de juny del 2010

(De las conversaciones melopéicas que, además de resaca, dejan temas para reflexionar).

Tema del día: la "teoría del second best".

Hay una película que expone esta teoría, sin más, dejémoslo ahí, mejor o peor da igual. La expone y punto. Se trata de "Two Lovers", de James Gray. La historia viene a decir que por mucho que uno aspire a lo mejor, siempre se acabará quedando con el segundo premio; el "second best".
El segundo premio tampoco está tan mal, incluso puede estar muy bien, pero (ay, amigo) no es el primero. Así que sí: te quedas con él y además te quedas con una bonita frustración que te acompañará de por vida, que irá contigo a lo largo de los años susurrándote al oído de vez en cuando: "Qué hubiera pasado si...".

Eso es lo que cuenta la peli y eso es de lo que ayer estuvimos hablando M., I. y servidora en el Tahití, Manhattan en mano. De hecho, llegamos a la conversación después de dar un bonito repaso a exnovios, después de grandes cuestiones del tipo: tú o yo, ¿quién debería sentirse más fracasada? (risas).

Yo vi la peli hace un mes largo, cuando acabó pensé "Vaya gilipollez" y no le di más vueltas. M. salió del cine pensando lo mismo, pero le había dado más vueltas: según ella, es una película para tíos. A la mayoría de los hombres que conoce M. -la minoría, a los que no les gustó, es la excepción que confirma la regla-, la película les había parecido durísima, buenísima y como la vida misma. Para ellos, la "Teoría del second best" es ineludible y van por la vida suspirando por aquella novia con la que nunca se llegaron a casar porque, según M., en su momento no tuvieron cojones de decir: "Me quedo con la mejor", o de decir: "Si no tengo a la mejor, me quedo solo".

A esas alturas de la conversación, yo seguía con mi "Vaya gilipollez de peli" sin poder ir más allá. Hoy me he despertado dándole vueltas al asunto. Estoy en parte de acuerdo con M. pero creo que hay otra cosa que hace que la "Teoría del second best" caiga por tierra ipso facto. Pienso, porque a mí me ha pasado, ¿cómo encaja en esta teoría aquel momento en el que el primer premio pierde todo su brillo y uno se da cuenta de que lo que andaba persiguiendo era un bluff como una casa? ¿Por qué si no te quedas con lo que hasta entonces parecía lo mejor te tienes que quedar por narices con lo que hasta entonces parecía lo segundo mejor (y aquí encaja la opción de quedarse solo que dice M.)?

Al final, mi conclusión (una opinión como cualquier otra) es: Lo mejor existe pero no es una cosa inmutable, de hecho, muchas veces cuando lo consigues, pasa a ser inmediatamente el second best. Y la más importante: lo mejor lo marca uno mismo según asimile los imputs que va recibiendo. Lo que hoy es lo mejor, puede que mañana ya no lo sea.

"Two Lovers" es una película sobre una frustración totalmente idealizada y convertida en el centro de una vida, que seguramente se quedará en la cabecita del protagonista en forma de trauma absurdo. Nada más.

dimarts, 29 de juny del 2010

(De cuando uno se queda paralizado y de cuando todas las canciones cuentan la misma historia)



A mí me pasa que tiendo a poner demasiada energía en las cosas, toda la carne en el asador, que dicen. Está bien; eso me lleva a tener mis momenticos de gloria. Lo malo es que de repente las cosas se acaban, y últimamente se han acabado unas cuantas, y a mí me pilla todo con el paso cambiado y con un torrente de hiperactividad que aún necesita una cierta distancia (tiempo) para frenar. La cosa es que durante el tiempo de frenada, tengo la misma energía pero me falta el objeto, el proyecto, lo que sea, hacia la que encaminarla. Entonces me quedo paralizada. Me paso el día pensando en las cosas que debería hacer pero soy incapaz de poner en marcha absolutamente nada. Y se me va el tiempo dándole vueltas a preguntas del tipo "Para qué tanta hostia?", "Para qué ser tan fantástica?"

Y, en fin, que a base de tirones, voy haciendo la vida siempre esperando que en una de éstas no se quede algo importante por el camino y que al final resulte que la parte que pese más sea la de los momenticos de gloria y no la de los periodos de desaceleración. Y que todo acabe teniendo una explicación lógica que vaya un poquito más allá que la conclusión esta simplista y fácil de la que soy incapaz de pasar ahora mismo.

dimarts, 22 de juny del 2010

(De la fauna urbana. Apuntes.)

Tengo un nido de palomas en algún punto de la fachada de mi casa.
No lo he visto, lo sé porque oigo constantemente el arrullo de una de ellas.

Cuando vivía en Trafalgar (the street not the battle) entre mi piso y el terrado había un hueco, como un miniespacio de unos 20 o 30 centímetros de alzada, con agujeros de ventilación que daban a la calle por los que entraban las golondrinas a finales de cada invierno y montaban sus nidos. Cuando el piso estaba en silencio (por las noches) oía cómo se movían andando, rascando con sus garritas, por encima de mi cabeza. Me parecía bonito hasta que una amiga de un amigo explicó que un día llegó a casa y se encontró con que el techo se había hundido: estaba todo lleno de mierda y de esqueletos de paloma y otros bichos. Desde entonces, cuando oía las patitas, sólo venían a mi cabeza imágenes de una especie de holocausto ornitológico.

Desde hace dos días que, si bien por el día dominan las palomas y su nido, por las noches dominan las cucarachas y similares. Hoy he soñado que una cucaracha corría por la pierna de un amigo; eso puede pasar, lo que es más raro es que la cucharacha se pare en la pierna del amigo y grite. Eso pasaba en el sueño. Supongo que es porque he estado viendo L'abécédaire de Gilles Deleuze. A Deleuze, de todos los animales, sólo le gustan las garrapatas, pulgas, piojos y similares. Mi subconsciente ha incluido "cucaracha" en similares. Supongo, digo.

La noche anterior soñé que otro amigo salía de debajo de mi cama arrastrándose con un edredón en la mano. Me miraba y me decía: "Tenía frío", mientras yo me lo miraba pensando: "Ostras, ha salido de ahí debajo como si fuera un bicho". E iba más allá pensando: pensaba que esa persona había entrado debajo de mi cama sin que yo me hubiera dado cuenta; hasta el fondo. Había entrado porque tenía frío y se iba con mi edredón. Y pensaba que esa era una forma de parasitismo como otra cualquiera. "Me arrimo a ti un rato porque tengo frío y tú tienes esto que da calorcito, que es lo que necesito. Y me lo llevo." Yo me agachaba, le ayudaba a levantarse y a doblar el edredón. Y le acompañaba a la puerta.

Me desperté con un poco de frío pero creyendo entender un poco más a Deleuze y sus cuestiones de territorialismo, que no es tontería.

diumenge, 20 de juny del 2010

(De comment tu vas dire et je vais penser. Y de lo bien que pinta este verano)



Cursos, lecturas buenas y recomendaciones que valen su peso en oro: en esto es en lo que voy a estar centrada estos meses. Economía de guerra, eso sí, pero bueno...
Además, fiesta de Sant Joan casera, viejos amigos, posibles colaboraciones, tranquilidad, cookies y ganchillo.

Empiezan oficialmente las vacaciones.

dissabte, 19 de juny del 2010

(De cuando descubro que "Escribir no es un asuntillo privado" era lo que había estado queriendo decir todo este tiempo)

L'abécédaire de Gilles Deleuze



Sólo con ver la A, ya necesito que me saquen a tomar una birra (a riesgo, si no lo hacen, de quedarme en el el sofá mirando al vacío y volviéndome loca a base de dar vueltas a las cosas).

Creo que desisto del proyecto absurdo "trabajillo de verano". Quiero quedarme en casa estudiando y comiendo patatas. De hecho, quiero pasarme la vida estudiando y comiendo patatas.

(GRÀCIES, XAVIER ANTICH!! Hi estic tan engrescada...)
(De cómo cada vez estoy más a favor de la gente que quiere (del verbo amar) sin hacer demasiado ruido)

No conozco demasiado a Roc -es amigo de un amigo- pero, por lo que he visto, Roc aparece y desaparece a menudo. Y cuando aparece, ves enseguida que es más majo que las pesetas, que cena contigo y habla y te cuenta y te escucha y le cuentas y te acaba acompañando a casa, como aquel día de la famosa cena mexicana, y por el camino, te sigue hablando y te sigue escuchando y se desvía y te deja en el portal y te planta dos besos y dice "Adiós!" sonriendo y se va. Y no sabes cuándo lo vas a volver a ver pero sólo tienes la sensación de que se había ido de verdad y para una temporada larga cuando, como ayer, aparece por sorpresa en un bar y te paras a contar los meses que hacía que no lo veías.

Entonces, le hablas de otra gente que sí que parece que se ha ido de verdad. Y él te escucha y cuando acabas de hablar, sonriendo, te dice: "No puedo decir nada porque yo también soy así".

Roc es así, sí, pero su mérito es la ausencia de drama tanto en los momentos de su partida como en los de su vuelta. El gran mérito de Roc es que hace que te sientas feliz cuando marcha porque él es feliz cuando marcha, y también cuando vuelve porque él también parece feliz de volver a verte. Aunque sólo sea un amigo de un amigo y tú no lo conozcas demasiado.

Lo mejor de tener amigos tan diferentes unos de otros es que te ayudan, muchísimo, a entender. (A enteder qué? Pues a entender! Entender! Y ya está!!).

dijous, 17 de juny del 2010

¿Es noticia que un tipo con peluca afro rojigualda esté muy triste porque pierde la Selección Española?
¿Es noticia que al portero de un equipo de fútbol le entreviste su novia y no se note nada-nada que es su novia?
Me he mirado cuatro periódicos, como todas las mañanas, y aún no me he enterado de cómo quedó el partido (de cuántos goles). Tampoco es que me importe demasiado, la verdad.

Estoy así como muy hartita de todo.

dimarts, 15 de juny del 2010

Un día murió la mujer de un amigo de Zizek. Zizek y sus amigos se sorprendieron cuando poco después, hablando con el viudo, vieron que la recordaba sin asomo de emoción, muy tranquilamente. Dice que pensaron que era un tío demasiado frío. Hasta que se dieron cuenta de que, siempre que hablaba de su mujer, tenía en la mano un hámster que había sido el animal favorito de ella.
... Y hasta que, un año después, el hámster murió y él intentó suicidarse. Dos veces.

Zizek hoy ha hablado del Comunismo como marco político en el que podrían gestionarse mucho mejor de lo que se gestionan ahora asuntos como el ecologismo o los derechos de autor. Ha dado unos cuantos motivos por los que él pensaba que recuperar el Comunismo podría ser una buena opción. Mientras hablaba del tema con gran pasión, yo he pensado que ese hombre podría ser capaz de estudiar a fondo, crearse una teoría y hablar durante horas sobre cualquier cosa, incluso sobre cualquier cosa y sobre su contrario, con la misma inteligencia y con una convicción indiscutibles. De hecho, vive de eso.

He estado a punto de levantar la mano y decir: "Zizek, una pregunta de sí o no (risas): esta idea del Comunismo como una opción de futuro, ¿no será ahora mismo tu hámster particular?" No lo he hecho porque he pensado que era una pregunta demasiado dura; mira qué le pasó al amigo de Zizek cuando murió su hámster.

He vuelto a casa preguntándome si el trabajo por hacer avanzar los conceptos un paso más allá en la historia del pensamiento, no será el hámster de todo filósofo. Si sí, no es un mal plan: puede ser una tarea más longeva que cualquier otro bicho y que cualquier otra persona siempre que el filósofo también lo sea, claro, porque los filósofos, como los hámsters, las ideas y las personas, también acaban muriendo.




(Yo, que recuerde y que sea consciente de ello, tengo ahora mismo tres hámsters. Además, me he blindado: son cosas. Dos son nuevas y están en activo, la otra funciona como recuerdo de una historia que ya superé; la guardo porque estoy muy orgullosa de no necesitar ya a ese hámster.)

dilluns, 14 de juny del 2010

Gran finde de vermuts y comidas improvisadas, cafés en el Poblenou, nuevas aficiones (ver foto), amigos que aparecen por sorpresa, viajes en metro de ponerse al día en diez minutos, tequilitas, amigas que cantan como ángeles, técnicas travestis que dan yuyu, papuchis que descubren la wi-fi...



Viva vosotros!

diumenge, 13 de juny del 2010




(El famoso autoflagelamiento planetario, que no falla).

divendres, 11 de juny del 2010

Las mañanas son raras-rarísimas. Primero, suelo resistirme a despertarme; si estaba soñando, en el momento en el que soy consciente de que estoy dejando de hacerlo, intento agarrarme al sueño y seguir. En seguida me doy cuenta de que no voy a recuperarlo, entonces, dejo marchar el sueño y empiezan a venir a mi cabeza datos más o menos concretos de la realidad. Generalmente, el primero suele ser darme cuenta si hay alguien o no conmigo en la cama. Si sí, me abrazo (qué bien vendría el feble "hi" catalán en este momento para este verbo) o busco un mínimo roce y me quedo así, todavía intentando agarrarme a la sensación de dormir. Si no, dejo que vayan viniendo a mi cabeza datos impepinables y muy de agenda: hoy es viernes, tengo que salir antes de casa, qué hora es? En este momento abro los ojos, me enfado si me he despertado mucho antes de la hora que me tocaba (esto suele pasar a menudo, si estoy sola en la cama). Siguen saliendo datos a la superficie: tengo que llamar a tal, hoy como fuera, igual me da tiempo de echar una siesta (es el sueño viendo cuándo va a poder volver a entrar), igual me llaman de tal sitio, ayer no me llamó tal persona. Calentar la leche, ducharme, me pondré tales pantalones, no se me puede olvidar la cinta; por eso tengo que ir antes. Arriba.
Esa es mi manera de despertar.

Hoy, además, y estos últimos días, me ha venido a la cabeza Susana. Pero, Su, estoy convencida de que vas a estar bien. Date unos cuantos despertares raros nada más. Ya verás.

dimecres, 9 de juny del 2010

My God. Por un momento he dudado de todo!
Suerte que existe el concepto "puñetazo en la mesa".

Y ahora, perdonen esta pequeña licencia ñoña.

diumenge, 6 de juny del 2010

Siempre que escucho Fate, de Dr. Dog, me entran unas tremendas ganas de ponerme The White Album, de The Beatles.





(Me acabo de dar cuenta de que hacía muuuuuucho tiempo que no escuchaba a los Beatles!!).

dimecres, 2 de juny del 2010

A partir de mañana, tres días con la familia.
Y con dos petites fulltime gritonas no sé si voy a tener tiempo de escribir la historia sobre la primera vegada que vaig fer servir l'hom.