Yo tendría que hacer huelga de pensar, porque pensar es un trabajo, no crean que no, pero es que no me dejan; es que precisamente, el día de la huelga general, en cuanto a lo que es pensar, me funciona a mí como día de huelga a la japonesa; miren si me funciona así que acabo de escribir esto último e inmediatamente me he puesto a pensar cómo funcionarían los piquetes en una huelga de pensar a la japonesa; ¿qué serían? ¿inspiradores más que informativos?
Piquetes inspiradores para una huelga de pensar a la japonesa.
Un piquete inspirador es un cartel pendulón de campaña de CiU con el lema 'La voluntat d'un poble', colgado de una farola en el cruce de Aragó con Paseo de Gràcia, justo encima de las cabezas de los iaioflautas, de los de los chalecos reclamando una educación pública de calidad y de un camión al que le han descubierto el remolque lleno de bafles por los que suena Kortatu o Extremoduro o cualquiera de estos que vienen tan bien para ilustrar el rato de espera en calma chicha, hasta la mani de la clase obrera sin representantes musicales válidos desde allá por los ochenta.
'La voluntat del poble', y el poble queriendo sentarse a lo indio justo debajo del cartel, hasta que les entre la voluntad de andar, que será a las seis, que es cuando han dicho los sindicatos, que no representan a nadie desde los ochenta tampoco, pero que para dar la hora, mira, para eso sí que sirven, aunque sea solo por que alguien la tendrá que dar.
Otro piquete inspirador es una americana haciendo el signo de victoria entre la casa Batlló cerrada y la cámara de otra americana. Si la segunda americana tuviera un mínimo de sensibilidad periodística, habría encuadrado en la foto también a los iaioflautas y a los del chaleco de la educación pública: iaioflautas y chalecos sentados en el suelo con americana de pie haciendo el signo de la victoria por encima de sus cabezas: esa es la instantánea guantanamera. Y con Extremoduro sonando de fondo y Mas pendulón encima tendrían hasta el videoclip.
Pero no está en huelga de pensar a la japonesa la americana fotógrafa, está de vacaciones más bien, que es como estar en el paro pero con menos derecho a la huelga, con menos derecho a pensar.
Vacaciones. Todos los hoteles abiertos: Otro piquete inspirador. ¿No es eso una supertrampa a la superhuelga? Porque, a ver, ¿la hacemos o no la hacemos? ¿No es el turismo el principal movedor de volumen de negocio por aquí? A la mani del 11S, ¿no había que ir con carteles escritos en inglés para que se enteraran en el mundo? Pues negocio en punto muerto y que se enteren bien por ahí: A las doce de la noche, puertas cerradas; quien esté dentro, que esté dentro; quien esté fuera, que se quede fuera; esa noche no se cobra y, si quieren dormir, que se vayan a la sede de su embajada, que si tienen suerte y son de un país menos puteao, ellos no harán huelga y les tendrán que abrir.
Y el último piquete, ya no he querido mirar más: Tooooda la policía desplegada por Paseo de Gràcia y Rambla. ¿Andan exentos estos? Bueno, sí: estos parece que siempre han estado un poco fuera de la ley por lo dentro de la ley que siempre se han jactado de estar.
He llegado a casa y me estaban preparando la comida, estaban trabajando para mí. No he tenido ya fuerzas para hacer de piquete disuasor -mejor que informativo-: Son agotadoras las huelgas a la japonesa. Además, olía muy bien.
Ahir en passar per davant de l'Hotel Camper vaig començar a pensar com serien els serveis mínims d'un hotel en dia de vaga i encara no he acabat de pensar-ho.
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