dimarts, 4 de setembre del 2012
Independientes, sí; desarraigaos, no.
Miren esto. Miren, en concreto, esta frase:
... com ja escrivia el mateix Xènius el 1906, "la Maja de Goya seguirà davant del món representant-nos i no ens podrem queixar de la imatge de les andaluses de Barcelona, i de lo demés que ve amb les andaluses de Barcelona". I digueu-me exagerada, però a mi encara em reparteixen pamflets per anar a veure flamenc a les Rambles.
Lo leí hace un par de días y he vuelto a pensar en ello cuando esta mañana he leído esto. Esta frase, en concreto:
Ahir també es va discutir si Chiquito de la Calzada és cultura o si el sector s'ha de manifestar unit per la independència de Catalunya.
Y he vuelto a pensar: Ah, no.
Vale, puede que lo de Chiquito requiera una explicación por mi parte: la periodista, cuando dice que los artistas dicen Chiquito, se refiere al caballo que viene de Bonanza y al condemor; yo, influenciada como ando por el Carrete de Málaga, pienso en cante, baile, giras suecas y japonesas y gitanos canasteros. Es diferente, sí, como diferente debería de ser lo que dice la otra periodista, la primera, cuando dice que D'Ors dice andaluzas de Barcelona, y cuando ella dice panfletos para ir a ver flamenco en las Ramblas.
Independientes, sí; pero cercenadores de pasados que también nos hacen, no.
Esto, venga de donde haya venido, es Barcelona, es Catalunya también:
Y esto:
Y esto:
Y esto otro:
Y esto más:
Y más:
¿Que no? Pásense este viernes por el Taller de Músics a ver al Salao, vean cómo ha aumentado el caché desde que empezó, vean cómo se llena hasta la bandera, vean cómo homenajea a Carmen Amaya, vean cómo hablan del Camarón muriendo aquí, de Morente amando Barcelona, cómo repiten L'Hospitalet, L'Hospitalet, L'Hospitalet, cómo idolatran el flamenco catalán; conozcan a Cabrera, escúchenle decir que el mejor flamenco, hoy día, se hace aquí. A lo mejor pillarán por ahí a alguien del Tablao Cordobés de la Rambla, o no y entenderán la diferencia entre el flamenco para turistas y el flamenco del bueno. Entonces igual les empiezan a tener un poco más de respeto a las andaluzas a las que se refería D'Ors como germen de otra Catalunya que también es catalana; e igual siguen pensando que como imagen representativa de Catalunya no valen un pimiento aquellas andaluzas; no, en su mundo de sardanes y castellers no valen nada; puede que incluso si valieran, no interesaran por la cosa esta de romper, romper, romper. Pero cuidado con lo que rompen, a ver si tirando atrás, atrás, atrás, hasta Andreu Subirats va a tener que acabar renunciando a la jota; a ver si vamos a tener todos que renunciar hasta al catalán por no ser, en origen, genuinamente catalán.
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Y al pa amb tomàquet, que el tomate lo trajeron de América hace unos pocos años.
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