Dietario de la tienda. Día 2
Dice mi hermano: La gente de Sant Cugat compra pijamas, la de Cornellà, no.
Yo le digo: La gente rica duerme en pijama, la pobre, en calzoncillos.
No te creas que allí vendí más calzoncillos que aquí, contesta él.
La gente pobre duerme en pelotas, concluyo yo.
Nos reímos un rato y me abandona a mi ya habitual estado contemplativo-meditativo -hoy he alcanzado unos niveles de órdago para ser sólo el segundo día: me he quedado totalmente in albis mirando un billete de cincuenta hasta que un cliente me ha dicho 'me tienes que devolver 12,40' y yo he tenido que reprimir un '¿tú quién eres?' que, al despertar tan súbitamente, ha estado a punto de salir de mi boca-.
A mi estado contemplativo-meditativo he vuelto, les decía, tras la conversación interfraternal, con un tema sobre el que pensar: la cosa de la generalización. Es un tema sobre el que llevo pensando desde hace unos días; desde que leí esto y luego esto, en concreto. A mí, hace tiempo que leer a Enric Vila ya no me cabrea, porque un día me lo explicaron. Desde entonces, cuando leo cosas como las que hace un momento les he linkado, pienso esto que les voy a decir ahora, que es lo mismo que he pensado tras la tontería de los calzoncillos y los pijamas. Pienso que querer entender un género, un país, incluso una época desde un punto de vista tan sesgado es una idiotez tan grande como creer vislumbrar la tendencia general de voto en el caso de un referendum por la independencia de Catalunya, a la luz de los resultados de un sondeo hecho en su web por el diario El Punt.
Por la tienda pasa mucha gente, todos son de un padre y de una madre. Es una solemne estupidez querer hacer teorías universales del tipo: las señoras que tienen un chihuahua son muy educadas, porque hoy ha entrado una señora con un chihuahua y me ha preguntado muy correctamente si podía entrar con el perro (pensaba que me había vuelto loca, por cierto: el perro estaba detrás de su zapato y yo no lo veía) y cuando le he dicho que sí me ha dado las gracias con una gran sonrisa.
Lo que pasa es que el mundo es tan grande y nosotros tan perezosos que tendemos a conformarnos con la encuestita de turno.
Esperando al tren a las 10 de la noche, he leído en una de las pantallas del andén: "España está por debajo de la media en comprensión lectora en formato digital", que es una afirmación que tiene pinta de venir también de una encuesta. Ahí lo dejo. Me ha inquietado un poco lo del nuevo subgénero lector. Aunque, bueno, igual he leído mal.
He leído, como de costumbre con interés y una agradable sonrisa, su artículo. Sin embargo, he llegado al final sin enterarme, ya voy perdiendo toda esperanza, de qué cosa son los llamados pijos, a los que he oído nombrar desde hace casi seis décadas (exagero un poco) sin llegar a conocerlos. Y eso que, como alguien que duerme en pijama, parece que debería estar capacitado.
ResponEliminaDe todos modos, ya puesto con la lectura, me he acordado de algo que yo diría que tiene que ver.
Dando un pequeño rodeo, con la capacidad de rollo que genera el anonimato, empezaré diciendo que el título 'A Question of Upbringing', primer volumen del Dance de Anthony Powell le vino sugerido por una anécdota vivida juanto a Thomas Wilton ("Tommy") Phipps (interesados consulten wikipedia).
Resulta que el tal Tommy, y eso no se lo dirá la wiki, era el hermano de Joyce Grenfell, cantante y actriz a la par que compositora. Poco conocida por aquí, a excepción de algún tory frustrado como yo mismo (a los que el populacho nos conoce por los Intereconomía, sabrán ellos), la señora era bastante interesante (véanse de nuevo wiki y youtubes varios).
Pues bien, a lo que iba, en un reportage biográfico sobre ella, un conocido suyo dijo: Trataba a todo el mundo con esa naturalidad que sólo poeseen los que saben que no todos somos iguales.
No sé si le servirá de algo, pero me ha venido a la cabeza y ahora ya está escrito.
Saludos.
Claudio, justamente hoy a última hora hablaba con mi hermano, sin conocer a la Grenfell ninguno de los dos, de esta naturalidad que dicen que poseía. Creo que ella daría el tipo perfecto de clienta de la tienda. Mañana me pongo a investigar; gracias por la documentación.
ResponElimina¿pijos? Yo no veo la palabra por ninguna parte, sólo pone "Gente de Sant Cugat". Me parece, Claudio, que si ha hecho usted una analogía entre los dos conceptos, debe conocer a los pijos mejor que nadie. No se ofenda, quien no es "pijo" es "populacho" cada cual con lo suyo. "Lo que pasa es que el mundo es tan grande y nosotros tan perezosos" que generalizamos, qué le vamos a hacer.
ResponEliminaPanti,
ResponEliminaTiene usted razón. Mi comentario era para la entrada anterior. Tengo que afinar más la puntería.
¿Quién no es pijo es populacho? No sea usted tan pesimista. Sean lo que sean esas dos cosas, seguro que también hay otras.