Pasa que un día veo a alguien por primera vez. A alguien que ya conozco, quiero decir. Y me pregunto si él por dentro se siente tan diferente como lo estoy viendo yo. Y sospecho que seguramente no. Y acabo pensando si no seré yo la que he cambiado.
(Perdonen por el tono críptico-privado del asunto; estoy de resaca salvaje, de esas que, por mucho que te hablen y te cuenten, sólo dejan que en tu cabeza resuene un tontísimo tarareo contínuo).
Viva Toormix, viva Beñat y viva la familia Sanz, las goletas y los mascarones de proa.
I el Fede també: visca el Fede.
Y vivan los exnovios que te preguntan si te sientes sola.
Y viva toda la gente nueva que vi ayer. O sea, viva yo.
Viva! Excepte la ressaca...
ResponEliminaLa ressaca va bé com a recordatori.
ResponEliminaVisca la ressaca!