Apple me manda un mail para presentarme el iMac más potente hasta la fecha.
Por lo visto, es éste:
Y yo pienso: ah, pues encantada, iMac más potente hasta la fecha. A la vez que pienso: Pero si es igual que todos... La "más potencia" debe de ir por dentro; debe de ser una especie de plus, de añadido, de "súper" puesto delante del iMac (el superiMac), de "mega" enganchado al nombre (el megaiMac), de "postiMac", de "requeteiMac"... Y me acuerdo de José Luis Pardo diciendo hace unos días que anhelaba el día que se acabara por fin la modernidad porque ya le hemos agotado todos los prefijos y esto hace tiempo que ha empezado a ser un coñazo (bueno, lo de coñazo lo digo yo).
Porque, a ver, ¿qué hay de nuevo? No sé ustedes pero yo, que este verano me quiero pegar el festival de la lectura, me he puesto a leer el tiempo perdido desde la primera página. Y voy leyendo y pienso: Después de esto, no hay poesía. Después de esto, NO HAY filosofía, no porque no pueda haberla en el sentido de "después de Auschwitz blablabla", si no porque simplemente NO LA HA HABIDO! Y por mucho que uno se empeñe en buscar cosas nuevas, ¿con qué se encuentra? Por favor, la Nocilla es más vieja que el collage!
Vale, un ejemplo más frívolo: me invitan a una fiesta este jueves al Museu Marítim, así que decidida a seguir la máxima de mi madre "La elegancia consiste en saber estar en cualquier situación", me pongo a buscar un vestido con motivos marineros (sí, yo hago estas conexiones de ideas tan papanatas). Lo acabo encontrando en una tienda de Riera Baixa por la que llevo un rato dando vueltas pensando: Después de los 60-70 NO HAY vestidos (dense una vuelta y lo comprobarán: todos distintos, todos bien cosidos, nada hecho en serie...). Y la dependienta me dice: "Espera que te arreglo el cinturón en un momento", y yo pienso: Después de las dependientas de toda la vida, ¡NO HAY dependientas!
Así que ya ven: ¿que hay que hacer el megaiMac del futuro? escóndanlo dentro del iMac que todos conocemos, ¿que hay que morirse del gusto leyendo? desempolven el París de hace casi un siglo, ¿que hay que hacer la fiesta del año? háganla entre goletas de hace siglos; ¿que hay que buscar un vestido nuevo? búsquenlo entre los de hace décadas.
Todo es post-, nada parece ser pre-. O igual es que lo preahora parece más sólido y, por tanto, invita más a agarrarse a ello en plan mantita de seguridad ante lo que pueda ser el postahora este que nos espera. Si es que llega a haber un postahora algún día.
Quizá la cuestión no sea en ver o no la novedad, sino en la forma de mirar. Y eso depende de nosotros, de nuestra actitud. El vaso puede estar siempre medio lleno o medio vacío, depende de cómo lo mires. Lo nuevo o lo viejo puede serlo más o menos, según lo miremos.
ResponEliminaJo, Luis, nunca me habías dejado un comentario y nunca había comprobado la contundencia que le imprime al asunto ver tu cara gritando desde la esquina de arriba. Jaja!
ResponEliminaUna vez leí que la creatividad consiste en hacer combinaciones novedosas de cosas/conceptos ya existentes.
ResponEliminaNo hay nada realmente nuevo bajo el sol... sólo cambia el cómo se presenta.
Aunque también se puede criticar lo que he puesto partiendo del hecho en que, por poner un ejemplo, un microprocesador no existía hace 80 años... aunque quizás el concepto del proceso de la información sí... jajaj