Ayer la vecina del tercero nos tiró, al grito de ¡Que tengo niños!, una bolsa de basura desde el balcón justo en el momento en que al Torete le perseguían a toda velocidad por la carretera de Castelldefels, después de contar con el Fitipaldi y el Pijo, en un terrado, el botín conseguido en el último palo. Y todo esto pasó en el cine al aire libre de la c. Aurora, que está instalado al lado del parking en el que empieza El triunfo, de Casavella.
Y yo flipé pepinillos, claro, por la redondez del asunto.