dissabte, 27 de febrer del 2010

Javier Marías me cae bien.
Dicen que es estirado, un cursi y un snob, así, en plan prejuicioso, pero luego te paras a leer entrevistas que le hacen y el tío no dice sino cosas muy muy sensatas.

Hoy le hacen una entrevista en La Vanguardia y mirad cuál es su forma de escribir y, de paso, lo que piensa de la vida (que vendría a ser lo mismo):

- ... tengo esta manera de escribir un poco rara y un poco suicida, voy improvisando en gran medida y no me permito cambiar nada de lo que he escrito con anterioridad. No hago una segunda versión de los textos. Trabajo mucho cada página pero luego va a la imprenta tal como ha quedado. Aplico el mismo principio de conocimiento a las novelas que el que rige en la vida: a los 50 dices: 'ojalá me hubiera casado con esta persona, hubiera aceptado aquel trabajo…' pero te tienes que conformar, ser consecuente con lo que has hecho.

A mí me gusta escuchar hablar sobre la vida a gente mayor (unos años mayor que yo; cuantos más, mejor). Por ejemplo: aquí está la entrevista que le hicieron a Moisés Broggi, médico centenario, en un programa de TV3 que se llamaba (S)avis (sabios/abuelos). Y lo que más me gusta escuchar de ellos es que todos comparten más o menos un mensaje común: la vida hay que vivirla con lógica, una lógica en muchos casos gobernada por el respeto a los demás, el saber alegrarse de las cosas y el, llegado el momento, poder mirar atrás con tranquilidad, con la conciencia de que lo que has ido dejando en el camino ha sido, sobre todo, cariño y cero malas intenciones.

Creo que si todo el mundo tuviera siempre muy en cuenta dos cosas: una, que se va a morir, y dos, que muchas de las cosas que hace, no las va a poder rectificar, la gente iría por ahí siendo menos egoísta, olvidándose un poco más de ellos mismos y queriendo hacer un poquito más felices a los demás.